Y ahora, toros

10 abr 2018 / 09:08 H.

Luego nos quejamos de que no cesa de llover en contradicción con cuando decimos que no llueve nada. Son los vaivenes caprichosos de esta atmósfera a la que los humanos traemos loca, obligándola a dar bandazos y hacer cabriolas que se escapan a las viejas predicciones de los meteorólogos. El caso es que la lluvia ha entorpecido el normal desfile de las procesiones de Semana Santa y, pasada la Semana de Pasión, no cesa de llover. No un diluvio, pero sí lo suficiente para que algunas de las cosas que teníamos previstas no las podamos realizar.

Y esto puede durar porque, ahora, salieron a la calle los carteles anunciadores del XVIII Festival Taurino a beneficio de la Asociación Jiennense Contra el Cáncer. Y ya se sabe que por estos pagos, cuando se anuncian festejos taurinos, las nubes se enternecen y suelen abrirse de par en par. No es la primera vez que este festival benéfico ha tenido que ser suspendido. Pero sería bonito que el tiempo hiciera un inciso, un paréntesis, para que el próximo sábado el coso de la Alameda, repleto de un público solidario, abriera sus puertas por primera vez esta temporada para que una cuadrilla repleta de grandes figuras hiciera el paseíllo por una causa humanitaria. No es fácil conseguir un plantel de toreros como los que están encartelados para esta cita. Quienes lo organizan saben del trabajo que eso supone, sobre todo Enrique Ponce que, desde sus inicios, es quien más se entrega y se desvive por esta causa, llevado del gran cariño que siente por estas tierras jiennenses. La gran amistad, el respeto y la admiración que Ponce supo ganarse en el mundo de los toros consigue el compromiso generoso de primeras figuras que han ido prestando su colaboración durante estos casi 20 años.

A la cita del próximo sábado, en el coso de la Alameda, acudirán el rejoneador Leonardo Hernández, y los toreros de a pie Enrique Ponce, David Fandila “el Fandi”, Cayetano Rivera, López Simón, Daniel Crespo y Juan Melchor, alumno de la Escuela de Tauromaquia de Jaén. Un cartel de categoría que podría ofrecer una tarde grande si el tiempo lo permite. Yo, que nací a la sombra de la vieja plaza de toros, he vivido muchas tardes de gloria, en las que los grandes triunfadores pasaban a hombros bajo el arco de la Puerta del Ángel. Eran otros tiempos y, ahora, son escasas las corridas de toros que se pueden ver en nuestra ciudad. Pero aún hay afición.