Vuelo de gran altura

03 oct 2017 / 16:00 H.

Un viaje en avión siempre es una experiencia excitante. Por la altura y la velocidad, sorprendentes comparadas con los desplazamientos cotidianos. Por el complejo protocolo de seguridad, que puede implicar sorpresas. Por permanecer en un espacio cerrado con personas a las que desconoces, obligado a compartir momentos de tu vida privada, deseando prevalezca el respeto. Ansiedad que deseas disipar con rapidez. No fue el caso en mi último viaje. Tuve la suerte de estar sentado junto a mi compañera Carmen, lo que presagiaba un vuelo agradable por su calidad de trato y empatía. A mi izquierda, viajaban dos personas jóvenes de habla inglesa. Parecían mochileros, ajenos a la dinámica del vuelo enfrascados en la lectura. Rompían el estereotipo de que las personas jóvenes solo leen breves mensajes en las redes. Era un libro grueso. Lo conocía, Ensayos de G. Orwell. Es un interesante compendio de sus artículos. En uno de ellos Orwell aborda el recurrente y no superado conflicto interno europeo. Los nacionalismos. Los define como “Hábito de identificarse con una única nación o entidad, situando a esta por encima del bien y el mal, negando cualquier otro deber que no sea favorecer sus intereses”. No puede ser más actual. Estamos en ese avión en el que piloto y copiloto están instalados en una visión maniquea de las relaciones. Lo bueno y lo malo, la razón y la sinrazón, personas de bien y el resto. Posiciones excluyentes. Dos partidos históricamente aliados defensores de una misma ideología enfrentan a la ciudadanía con el fin de encubrir el fracaso de su modelo económico en respuesta a las expectativas de sus votantes, clase media excluida por la crisis que encuentra refugio en las emociones estratégicamente manejadas en la identidad del clan por encima de los intereses globales. Partidos impulsores de un nacionalismo resultado del postfascismo que define J Querol. Se articula el clan como defensa a la agresión inventada. El nacionalismo en España de identidad autonómica o estatal considera que le roban como causa de la exclusión del Estado de bienestar. Es el actual capitalismo quien excluye del bienestar, le permite mayor acumulación de capitales. ¿Para qué les sirve a estos partidos el enfrentamiento? Para movilizar a la población con un mensaje políticamente simple, construido para activar las emociones, situándola en el rol de víctima, dejando de lado la crítica a la gestión del poder y su historia de corrupción. Se construye un relato épico desde el espectáculo —el espectáculo vende— afianzando las bases de votantes que les garantizaran mayorías absolutas basadas en catalanofobia o españolofobia por tiempo. Perdemos de vista el deseo de las personas por el respeto y la convivencia en el avión. A donde nos lleva este vuelo, considerando como se conduce. Por qué no lee el piloto. Hay miles de análisis de las percepciones, sentimientos y expectativas sobre España, sobre la identidad y el vínculo, sobre lo que ocurre y ha ocurrido a día de hoy. No olvidemos, estamos instalados en la fobia. Las respuestas ya la analizó Kasovitz, el odio como reacción a la exclusión. Director y guionista del film, La haine: “Es la historia de un hombre que cae de un piso 50. El tipo, según va cayendo se repite sin cesar para tranquilizarse. Hasta ahora todo va bien, hasta hora todo va bien. Pero lo importante no es la caída, sino el aterrizaje.”