Viejos modos

26 feb 2017 / 11:25 H.

De todo lo que ha pasado en los días previos de la asamblea de Podemos me llama la atención, la escasa participación de la militancia. Se ha hablado de récord pero un congreso en el que se jugaba tanto, y que ha contado con una continua presencia mediática, solo ha logrado movilizar a un tercio de los inscritos. Podemos se parece a los antiguos partidos también en ese aspecto. Y eso que han tenido ocasión de votar durante muchos días. Si ya habían votado más de cien mil personas antes de la asamblea, ¿En qué ha influido en esos votantes el debate de ideas que se supone en todo congreso? Luego se critica la falta de debate en los congresos de los restantes partidos. La salida de Errejón tampoco les deja en buen lugar. Han resuelto sus diferencias como han hecho toda la vida los partidos “de la casta”: Reforzando al líder y alejando al “enemigo”. Ese equipo, que incluía a otros como Bescansa, se ha diluido, Errejón no sabe qué va a ser de él por no hablar de dónde ha mandado en el Congreso a Tania Sánchez. Y de traca ha sido que Irene Montero sea la número dos. Sin restar los méritos de ésta, ¿qué habría dicho Podemos si un partido “de la casta” estuviera dirigido por el líder y su pareja? Podemos va camino de la casta si no cambia.