Un otoño cualquiera

10 sep 2017 / 11:23 H.

El otoño, el oficial porque del meteorológico mejor ni hablar, llega a nuestras vidas. Atrás queda un verano de calor intenso e inactividad institucional. Con el avance de septiembre compruebo que nada parece haber cambiado. Es como si Jaén se hubiese quedado detenido en el tiempo, o peor, como si el tiempo solo avanzase para castigarnos y hacernos viejos. El Jaén que encontrará el otoño sigue con autovías paradas, un ferrocarril que ve morir el tramo de Linares Baeza a Moreda, pocos trenes y horarios cuestionables. En la capital dicen que el tranvía existe pero solo vemos unas vías y una catenaria adornando las calles. Los expertos jalean la grandiosidad de haber vendido el aceite, sin articular palabra del caudal que se fue en cisternas. Siguen engañando a nuestros trabajadores camino de una vendimia en Francia como ya ocurría en los años 80; los que tienen trabajo no salen de pobres. Todo esto y mucho más. Toca resistir un otoño más, en eso de la resistencia somos expertos. Ojalá que al menos llueva, en el mar de olivos es de lo poco que no depende de la política.