Un hasta siempre para Carme

11 abr 2017 / 11:13 H.

Conmocionada aún por la pérdida de Carme Chacón, no puedo dejar de compartir con los lectores de Diario JAÉN mis sentimientos por tan lamentable pérdida y algunos momentos que hemos vivido dentro del proyecto político que compartimos y que dan fe de la gran personalidad que poseía. Conocí a Carme en las primeras reuniones de lo que muy pronto sería el grupo “Nueva Vía”. Pertenecía a ese grupo de diputadas jóvenes, que se estrenaban por primera vez en el Parlamento, como Leire Pajín, con quien pronto se hizo íntima. Ellas, tuvieron claro que había llegado la hora de protagonizar un cambio generacional capaz de renovar el proyecto socialista. De ese grupo surgió un proyecto político, que nos llevó de nuevo al gobierno con José Luis Rodríguez Zapatero a la cabeza y permitió cambios importantes en la mejora de nuestra democracia y en el reconocimiento de nuevos derechos políticos y sociales. Desde un primer momento Carme destacó, por su inteligencia política, por su capacidad de liderazgo, de aprender y de aportar. Como buena líder, sabía rodearse de gente buena y como buena gente, sabía de la importancia de la política para resolver problemas sociales. Pasó por diversas responsabilidades y en todas sus etapas dejó huella. Cuando la designaron portavoz de la ejecutiva, estuve echándole una mano desde Ferraz, y recuerdo que además de responder adecuadamente a un puesto tan complicado, nunca dejó de pelear por las inversiones y proyectos de Cataluña, porque siempre tuvo presente su responsabilidad como diputada catalana. Recuerdo sus esfuerzos para la ampliación del aeropuerto del Prat y otras inversiones claves. Como experta constitucionalista y en federalismo, contribuyó de manera notable al debate territorial del PSOE y al desarrollo de los nuevos Estatutos de Autonomía. Tras su etapa en el Congreso, vendría su etapa en el gobierno y nunca se nos va a olvidar la emoción que todas vivimos en el patio del Ministerio de Defensa de la Castellana, cuando asistimos a su toma de posesión como ministra de Defensa. Sin duda un paso estábamos dando todas, cuando mando firmes y con ello abrió otra hoja en la historia política de España. Fue una buena ministra de Defensa, moderna, diferente y cercana. En 2012 recibí un mensaje al móvil que decía algo así, como “he decidido presentarse a Secretaria General y espero contar con tu apoyo”. Contó no solo con mi apoyo, sino con el de miles de socialistas, que pensamos que era el momento de mirar al futuro y no al pasado y de seguir adelante con un proyecto renovador liderado por primera vez por una mujer. En esta ocasión no le fue posible seguir adelante con sus sueños, pero siempre le quedaría haberlo intentando. Sabíamos de sus problemas de corazón, pero nunca de que existiera el riesgo de perderla. Se ha ido demasiado joven, con mucha vida por vivir, pero con los deberes hechos. Ha sido una ejemplar ciudadana, una excelente política, una gran mujer y una gran madre. Para las que hemos tenido la suerte de compartir parte de su trayectoria, un honor y una satisfacción haber trabajado a su lado. Un ejemplo para el socialismo y para las mujeres a las que nos mueve trabajar por la igualdad y por el bien común. Si hay algo difícil en la vida es tomar decisiones y asumir prioridades. Ella hizo bien las dos cosas y supo priorizar lo importante, quizás porque era consciente de que no tenía tiempo que perder.