Un buen vino

23 oct 2016 / 11:34 H.

Con la llegada del otoño, la vendimia alegra el corazón del hombre que se refleja en la generosidad y la abundancia de la vid. Un cultivo que junto con el olivo se generalizó en el Mediterráneo, traído por los fenicios, varios miles de años antes de Cristo. Los lugares de producción del fermento de la uva en el provincia son: Frailes, Alcalá la Real, Pozo Alcón, Lopera, Bailén y Torreperogil. Recuerdo que en mis años de cura mozo bendije la Cooperativa de Frailes y fui testigo de cómo la producción de vino del terreno daba paso a nuevos caldos más elaborados y refinados. Siempre he meditado las palabras proféticas del pastor de Orihuela afincado en Jaén que gritan: ¡No vayas a ser esclava de tus olivares¡. Necesitamos otra alternativa al olivar para no depender de él. ¿Por qué sí vino de Montilla, vinagre de Jerez?, y, ¿por qué no, aceite y vino de Jaén? La comarca de la Sierra Sur abasteció de vinos a la corte califal de Córdoba durante siglos que fueron muy celebrados por escritores de la época. Hoy el reto es abrir mercados, crear cooperativas, rutas enológicas y estampar los vinos de Jaén como los de Madrid, Toro o de la Rioja. Un servidor, amante del vino que bina a diario en la Santa Misa no vería mal que en las Eucaristías de todas las cientos de Iglesias y Templos de la Diócesis de Jaén y sufragáneas se celebrara con un buen vino de consagración jiennense.