Tierra de cómicos

Jaén, tierra de olivares, de castillos, de tapeo, del ronquío, del Abuelo, de AOVE, de calor en grado superlativo, resulta que también es tierra de cómicos profesionales. Quizá sea que lo impregna el agua, el aire, o el aceite, pero es evidente que en nuestra provincia proliferan los humoristas. Cierto que Rosario Pardo, David Broncano, Santi Rodríguez y David Navarro, resultan ser los más afamados, a día de hoy. Pero le siguen a la zaga un importante ramillete de cómicos jiennenses que pululan por los escenarios, y que, si no cejan en su empeño y la suerte les acompaña, no dudo que alcanzarán el éxito nacional, dentro de no mucho tiempo. Así tenemos a Rafa Frías y a Eva y Qué. Pero, como para gustos colores, con el permiso de todos ellos, para mí, sobresaliendo por delante, tanto de los comediantes consolidados, como de los que vienen empujando fuerte, se encuentra aquel aceitunero de Villargordo que, con tanta simpatía, gracia y respeto, sobre todo respeto, habla de la tierra jaenera y de sus gentes. Guelmi. Le admiro la atenta consideración con la que se refiere siempre a nuestra tierra y a sus gentes, sin caer en la burla fácil de nuestro acento o de nuestras costumbres y sin recurrir a la ridiculización de nuestra idiosincrasia, como mecanismo subsidiario permanente. Interesantes son los análisis que hace de cualquier rutina y que, el común de los mortales dejamos pasar por alto, sin percatarnos de la peculiaridad de algunos hábitos. Su personaje lo descubrí hace unos tres años o cuatro, a través de uno de mis hijos, quien me metió el gusanillo de seguirlo en las redes sociales, lo cual, no es tarea frecuente en mí, y quien me fue ilustrando en las peculiaridades que lo rodean, a él y a su pareja, supuestamente, Georgina, como se refiere a ella en sus intervenciones, la cual, a base de nombrarla, la intuimos siempre presente como parte de sus espectáculos. A todos ellos, aunque a unos más que a otros, les agradezco que lleven nuestra tierra por bandera y que la aireen, la nombren y publiciten, siempre que caiga a pelo.