Talento y meritocracia

06 feb 2017 / 12:14 H.

Paseaba tranquilamente por un recóndito pueblo de Málaga cuando, por sorpresa, recibió una inesperada llamada. Al otro lado del teléfono se escuchó la voz de Albert Rivera, el líder de Ciudadanos en España. Quienes la acompañaban en aquella visita política algo debieron ver en sus ojos. A Raquel Morales Martínez (Iznatoraf, 1986) le cambió por completo la cara. No lo esperaba. Hasta el momento había compartido con él reuniones, congresos y algún que otro mitin. Gestos sintonizados por un indiscreto color que tanto une y desune. Sin embargo, el de aquella tarde de un viernes apacible fue único e inolvidable.

El hombre que más pasiones despierta entre los fans del naranja la había elegido a ella para formar parte de la candidatura con la que pretende convertirse en presidente del Gobierno. Ni más ni menos. Un privilegio, un honor y un aplauso a la labor callada de una mujer, joven y preparada que empieza a despuntar en esto de lo público con un discurso apegado a la realidad y al pan nuestro de cada día. Gente con talento y meritocracia. Las premisas básicas, al menos en la oratoria, de un partido emergente obligado a caerse y a levantarse por aquello de la novedad. El ejemplo más cercano de errores de los que no hay más remedio que aprender lo tiene en la capital. Las últimas elecciones municipales fueron una prueba de fuego que Ciudadanos pasó con sobrada nota. Tres concejales consiguió el incipiente partido en una ciudad en la que el voto popular goza de arraigo. Sea por descontento o, precisamente, por un voto de confianza, los jiennenses se portaron sobradamente bien con la organización que encabeza Albert Rivera. Sin embargo, aquellas 6.240 papeletas se convirtieron en papel de fumar cuando los ediles decidieron dar una patada directa a las siglas y emprender un camino nuevo. Antes juntos y, ahora, por separado. Recomponer la imagen perdida en Jaén costará sudor y lágrimas. Un equipo nuevo, encabezado por Luis Serrano, espera no morir en el intento y avanzar, con paso firme, con la mirada puesta en la siguiente cita electoral. Difícil tarea y otro reto más en el que Raquel Morales, como responsable subsidiaria, tendrá que poner toda la carne en el asador. Ella, la elegida, hasta ahora pieza clave en el triunvirato de Ciudadanos en Andalucía, no se lo pensó dos veces para contestar ese “sí quiero” a Albert Rivera que pocas tienen la posibilidad de pronunciar. Un “sí” desde la responsabilidad que supone formar parte del embrión del partido. Profesora de inglés, en situación de excedencia para dedicarse exclusivamente a este nuevo proyecto, es una joven promesa entre las treinta y siete personas que componen la candidatura que salió elegida en unas primarias en las que se pudo comprobar que existe liderazgo. Democracia en estado puro que, después de ese holgado apoyo del 87,3%, refuerza la figura del presidente de Ciudadanos. Hoy, después de un fin de semana asambleario, empieza una nueva vida para una jiennense con presencia en el panorama político nacional. Es probable que se vea obligada a hacer las maletas para poner rumbo a Madrid. Sin embargo, bajo el paraguas de su compromiso y quizás de su sueldo, está fortalecer en su tierra una organización en construcción.