Tal es la
cualidad

04 oct 2018 / 12:04 H.

Ser constante, poner empeño en la realización de lo que tenemos entre manos y no cejar en la tarea que cada uno pueda tener encomendada, significa algo más que tener buenos deseos. Suponiendo que ser de esa manera y no de otra, sea realmente valorado y querido por la sociedad y no el sentir, más o menos tibio, de algo escrito en un mensaje de WhatsApp. Lo que expresan las palabras va más allá de su significado léxico y semántico, tal es la riqueza de una lengua. Si ya es fundamental lo que el lenguaje denota, cuánta riqueza, y verdad, está oculta e implícita en lo que connota. Partiendo de la base de que estas connotaciones van a ser entendidas tanto a nivel social como a nivel individual, con la matizaciones inherentes a estos conceptos de realización colectiva e individual de la lengua, ser constante, poner empeño y no cejar significa en ambas realizaciones, perseverar en el esfuerzo, no desfallecer, soportar estoicamente lo que viene (porque viene, eso es seguro) y permanecer incólume ante la adversidad del destino y de la injusticia que produce la envidia, el rencor y la maledicencia. Estas son las cualidades a las que me refiero. Con todas sus connotaciones.