Suciedad

03 may 2018 / 10:36 H.

No es No”. “Sí es Sí”. “No es Sí”. “Sí es No”. Y así, multitud de oraciones en las que, finalmente, prevalece más la injusticia de un mundo caótico que la dignidad que se pierde como un barco a la deriva. Todo el mundo habla y todo el mundo quiere tener la razón a través de sus opiniones. Una sociedad que para todo se divide pero, cuando más unida debe estar, es cuando, precisamente, ocurre todo lo contrario, más separada permanece. Vivimos constantemente manipuladas y manipulados. Siempre creyendo todo lo que nos dicen. Siempre atacando verbalmente a quienes no opinan igual que nosotras y nosotros. No hay respeto. No hay derechos. No hay justicia. No hay seriedad. Si hasta en las más altas esferas hay corrupción, qué se espera de un pueblo que es gobernado por el caos. España de mierda, sí, pero por la suciedad que se respira, por ese hedor que hecha todo lo que se corrompe. No por su gente de bien, que es la única que demuestra que hay personas dispuestas a actuar de buen hacer y ser dignas de un país que necesita ser rescatado de toda injusticia. Esa España está ahí. Esa España espera que el olor de la primavera pueda cubrir ese otro olor que la impregna. Y que conste que “No es No” y siempre lo será, a pesar de la suciedad.