Nación

11 oct 2017 / 10:18 H.

Su patria es el egoísmo, la negación del Sistema la justificación, pues se le ha birlado la impunidad ante el atropello de la corrupción santificada por la amenaza de hordas independentistas. A muchos ya no nos engañan, pero hay que decírselo con “seny”, con la mesura y razón que nos otorga el marco jurídico constitucional frente al infractor. Muchos no significa la mayoría, ni a veces esta da razones para imponer lo ajeno a la Ley —no tendríamos más que recordar cómo el nazismo alcanzó el poder tras unas elecciones legales—. Que sepan que no nos duele su sentimiento de seres únicos, irreductibles, de que Hispania les hurta, no, no es eso; nos hiere su insolidaridad, su negación del hermano, del vecino o del amigo. Iberia no busca imponerles una, grande y libre, el que lo pretenda ya puede olvidarse. Se afanan en excusas y pretextos trasnochados, que si la Policía me mira mal, que si los jueces me meten en cintura, que si Rajoy es antipático. Aquí y allí no tenemos miedo (“no tenim por”, qué casualidad), esta es su Nación, su nación por negarla.