Soy inocente

20 feb 2019 / 08:57 H.

Tal y como están los tiempos, en los que no podemos estar seguros de nuestra intimidad, preocupa escuchar tu nombre en los informativos y debates televisivos sin haberlo comido ni bebido. Estoy convencido de que por muy fino que hilase Villarejo no podría cogerme metido en ningún asunto turbio ni ahora ni poniendo todo mi pasado sobre la mesa.

Pero en la noche del pasado lunes me llevé un enorme sobresalto cuando en boca de periodistas y especialistas en esto de predecir lo que puedan dar de sí las elecciones, se dijo varias veces que era muy difícil saber qué podría pasar porque éstos son tiempos de VICA.

A ver si no es para llevarse un susto. Yo soy totalmente inocente y no tengo nada que ver con estas próximas elecciones ni con ninguna de las anteriores, máxime cuando hace ya años que no me acerco a las urnas. Y si ahora votara, tampoco mi voto vale tanto, digo yo. No faltaba nada más que me echaran a mí la culpa del laberinto impresentable que es España en estos tiempos por culpa de los políticos. Recuperado del susto busqué qué quería decir eso de que estamos en tiempos de VICA. Lo encontré. Es un término empleado especialmente en el ejército estadounidense. Son las iniciales de volátil, incertidumbre, complejidad y ambigüedad. No existe una palabra más exacta que VICA para retratar la situación de nuestro país. Y yo sin saberlo. Para quedarme más tranquilo lo cuento hoy a todos ustedes para que puedan explicar a quienes escuchen esta definición de tiempos de VICA, que serán muchas veces estos días, que nada tiene que ver con mi humilde persona, que soy Vica por las dos primeras sílabas de mis apellidos y nada más, porque jamás se me ocurriría meterme en esto de la política. Lo que no entiendo es esa preocupación por conocer los datos de las próximas elecciones cuando eso es algo que hace, no como Dios manda sino como quiere el PSOE, el CIS que dirige José Félix Tezanos. Por cierto que este tal Tezanos ha fichado a Carolina Bescansa, que estaba “bescansando” después de retirarse de Podemos, para que le ayude a llevar la contabilidad de la intención de voto, una labor para que la señora Carolina no creo que necesite llevarse a su niño. Es posible que el CIS mejore así en sus predicciones, porque hasta ahora acierta menos que la bruja Lola. En fin, que sea lo que tenga que ser. Lo importante para mí ha sido el peso que me he quitado de encima.