Romería de precandidatos

14 may 2018 / 08:28 H.

Está la calle Hurtado más concurrida que la madrileña Gran Vía. La “romería” de las elecciones primarias en las seis ciudades con más de veinte mil habitantes que tiene la provincia convierte una zona tranquila en un hervidero de militantes que, con papeles debajo del brazo, imploran a los santos y a las vírgenes para que sean ellos los elegidos. El Partido Socialista tiene ya las urnas desengrasadas para materializar un proceso que demuestra que, dentro de una misma fuerza política, hay diversidad de opiniones, debate de ideas y confrontación sana. La dirección provincial valida las precandidaturas presentadas en Jaén, Linares, Andújar, Úbeda, Martos y Alcalá la Real. En todas, excepto en la capital, los afiliados no tendrán que elegir entre varios aspirantes al bastón de mando. Ni siquiera en la ciudad de las Minas, donde Juan Fernández sigue como Paco Martínez Soria en “Don erre que erre”. El aparato no está por la labor de reconocer a un precandidato que está suspendido de militancia de forma cautelar. Hoy mismo habrá fumata blanca para Daniel Campos, Francisco Huertas, Antonia Olivares, Víctor Torres y Carlos Hinojosa. Hay dos estrenos en el panorama municipal: el linarense y el jiennense.

La agrupación de Jaén tiene todas las papeletas para que esas incómodas elecciones se celebren. Hoy mismo comienza el procedimiento para la captación de avales por parte de Julio Millán, considerado de la corriente oficial, y José Sánchez, del movimiento crítico que hace honor a su primer apellido. No será misión complicada reunir el cinco por ciento del respaldo de la militancia que establecen los estatutos de la que es, en la actualidad, la primera fuerza política en la provincia y la segunda en la Plaza de Santa María. El 1 de junio se cierra el periodo para recabar todos los apoyos necesarios que, por cierto, ambas partes tienen totalmente cerrados. Cinco días más tarde empezará la campaña de información para que cada precandidato pueda “vender” las bondades de sus respectivos programas, de tal forma que el 17 de junio se librará la batalla electoral. Todas las miradas están puestas en Julio Millán, actual secretario general del Partido Socialista en Jaén. A punto estuvo de ser el aspirante a la Alcaldía en las pasadas elecciones municipales, aquellas en las que José Enrique Fernández de Moya resultó elegido alcalde. Sin embargo, rifirrafes internos de última hora lo obligaron a enviar un comunicado en el que anunciaba su punto y aparte en esta historia.

Ahora llega su momento. Todos los astros están perfectamente alineados para que sea él quien se enfrente en las verdaderas urnas, las de la ciudadanía, a caras tan conocidas como Javier Márquez, María Cantos o Manuel Montejo. Tan perfecta es la simbiosis que la Junta de Andalucía, en comunión con la Diputación y el Ayuntamiento de Jaén, convierte el tranvía en metropolitano para que la subida a la Plaza de Santa María, al menos hasta Roldán y Marín, sea más llevadera y sostenible. Tendrá rédito electoral la puesta en funcionamiento de un sistema de transporte que lleva en vía muerta siete interminables años. Todos los candidatos barrerán para casa en un acuerdo sin precedentes entre administraciones públicas para desbloquear una infraestructura abandonada por falta de voluntad política y, por supuesto, porque no aflora el dinero con la fluidez deseada. Habrá rivalidad en una campaña que se presagia dura. El precandidato socialista tiene mucho partido en el fondo y en las formas y, aunque las encuestas no juegan a su favor, hasta el rabo todo es toro y, en política, todo cambia en minutos.