Revolución razonable

21 mar 2019 / 13:33 H.

Todavía sigue siendo hoy una provocación razonable la demanda a favor del Medio Ambiente por una multitud creciente de jóvenes. En pleno siglo XXI el menosprecio por el planeta exige solidarizarse con esa forma de subversión, cuyo objetivo principal se resume en conseguir la supervivencia de toda forma de vida frente al cambio climático. La huelga viene de las llamadas generaciones futuras y va contra quienes gobiernan desde las poltronas oficiales o los despachos de las grandes multinacionales; allí donde se cosifica frecuentemente a la humanidad y se legisla en favor solo del egoísmo de las élites. Por esta razón parece imprescindible sumarse a una reivindicación en la que está en juego buena parte del bienestar de aquellos que, por lo visto, solo representan un simple eslogan en las grandes declaraciones de derechos internacionales. Una nueva revolución, pacífica y valiente, está ya en marcha. Sus barricadas están hechas con la voluntad decidida de futuros ciudadanos que ya no se conforman con las migajas de un ecologismo de salón. Junto a las mujeres, los jóvenes son los agentes de un cambio cualitativo y sustancial del mundo deteriorado en que vivimos.