Respeto y dignidad

Año de nieves, año de bienes. O eso dicen, porque realmente los bienes no sé muy bien para quién vienen o para quién no. ¿Para las eléctricas, todas privatizadas? ¿Para aquellos que ven cómo sus campos se congelan y no reciben ayudas para afrontar las pérdidas? ¿Para quienes duermen en la calle porque un banco se quedó sus hogares y les dejó con la deuda?

Que el gobierno de turno no atienda a razones cuando la sociedad pide ayuda a gritos es tristemente la realidad de nuestra España. Vemos cómo entre cuatro se embolsan lo poco que hay, cómo nuestros señores gobernantes preparan su salida del gobierno a golpe de privatización, corrupción, engaño, tomadura de pelo y aquí seguimos el pueblo callado, sin tirarnos a la calle y pedir sino nuestros derechos, al menos que nos respeten como personas que somos, como iguales. Pero es que no somos iguales. No es lo mismo una persona trabajadora que otra que calienta un sillón en el Congreso. Que España se levante, que exija sus derechos, que pida dignidad, es una tarea pendiente que tenemos todos y todas. Y mientras, nos callan a golpe de multa.