Réquiem por Santana

22 sep 2018 / 11:32 H.

Santana se cierra administrativamente y con ella la tragedia griega que llevaba implícita. Se había convertido en un Saturno que devoraba a sus hijos, un dios menor en el que sacrificar inversiones y el futuro de unas cuantas generaciones que quedaron en un limbo laboral que les prometía tierra fértil para la siguiente campaña. Los buenos años quedaron tan atrás que se recuerdan en blanco y negro y a lomos del mítico Land Rover. Técnicamente acaba por “extinción por liquidación”, aunque bien pudiera tildarse por agotamiento. La caída en desgracia tras la marcha de Suzuki contó con la respiración asistida de una Junta de Andalucía que invirtió dinero y planes para levantar al gigante, pero no hubo reconversión posible para este astillero de mar adentro. Elucubrar ahora sobre si se empezó la casa por el tejado, con la deficiente salida ferroviaria o un puerto seco que no llegó a tiempo, es competencia de quienes ilusionaron a la comarca con más fuegos de artificio que realidades tangibles. Energía eólica, coches eléctricos de alta gama... se acumulaban las propuestas salvadoras en coincidencia, claro está, con algún periodo electoral o con el termómetro reivindicativo de la calle. Esta tragedia económica, sumada al deterioro político socialista, tiene a la Ciudad Minera en la vorágine menos productiva. Significativo que la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, certifique la inversión de la ITI, con 2,5 millones para Linares, un 10% más que el resto de territorios, desde Castillo de Locubín, con tierra de por medio. Quién iba a suponer que Linares dejaría de ser una buena plaza para el socialismo. Días en los que la presidenta ya ha dejado los kilómetros por los pasillos de San Telmo y pasa a tonificar músculo electoral con más agenda de contacto. Y con ellos, claro, planes e inversiones para contagiar entusiasmo. En este contexto, sorprende más, dar munición gratuita a la oposición. “Nadie debe dudar del apoyo de la Junta a Oleotour y Jaén” dijo al hilo de que no aparezcan en la campaña “Paisajes con sabor” las provincias de Jaén y Linares. Nadie duda del apoyo, como tampoco nadie debería hacerlo de la torpeza de no mostrar el mosaico entero de Andalucía, con todas sus teselas.

Érase un hombre a un ego pegado. Érase un ego superlativo, érase un ego sayón y escriba... Aznar, el hombre que pasaba por allí, le discutiría, sin duda, el reinado a Ronaldo de haber sido ambos coetáneos y dirimir sus bondades en el terreno político. Incluso el luso parece más humano, porque llora como buen hombre moderno. El preciado jarrón chino del PP llegó a la comisión del Congreso de los Diputados y fue como si no se hubiese ido. Le va la marcha parlamentaria, el reto de crecerse ante el adversario o más bien el enemigo, según sus códigos. Además llegó sabedor de que vuelve a ser el padre benefactor del estudiante Casado, de que cuenta otra vez con parroquia en el PP. Le han prometido que lo van a sacar más a menudo de las oscuras FAES y está hecho un chaval, renovado y con el pelo suelto. Así llegó altivo y con el desdén propio de la vieja estrella de rock de vuelta a la carretera. Al margen de los enganches previsibles con Rufián e Iglesias, en lo sustancial no tuvo el reflejo de reconocer mácula alguna. Nadie le pide que se inmole porque ningún juez le ha tomado medidas para el traje de la corrupción, pero sí a un partido que hoy pena su financiación ilegal por los juzgados. Puede, sin duda, que los desaguisados del Bigotes y cía le pillaran con el vigor de los abdominales y con los cascos puestos, pero con el discurrir del tiempo, bien podría reconocer que alguna cosa se hizo mal y que algunos chorizos se le colaron en su gran boda. Amistades peligrosas. Hay que tener la cara como el granito de la nueva Plaza de Deán Mazas. Malas artes y feas baldosas.