Qué es la muerte digna

    16 jun 2019 / 12:04 H.

    La reciente muerte, asistida legalmente por un proceso eutanásico, en Holanda de Noa Pothoven, ha vuelto a abrir el debate sobre una práctica que arrastra todo tipo de opiniones y cuyo el concepto ético, ideológico o religioso ha servido para que se establezca una norma u otra. Cuando el tema parecía tener todas las vueltas dadas, el caso de Noa tiene que hacernos reflexionar. En primer lugar, en qué sociedad vivimos para que una niña violada, y ninguneada por la Sanidad no haya podido encontrar un rincón para la piedad; en segundo, qué sistema nos sirve de paraguas para que una niña haya tenido que aprender a sufrir, a estar sola y a llevar su subjetividad hasta el límite, y en tercero, cómo es posible que el mundo no se lamente con esta muerta y no sea capaz de ver la búsqueda de una salida digna a lo único que tenemos como seres humanos. Aunque estoy a favor de la eutanasia, activa y pasiva, la muerte no puede ser la solución de nada, pero tampoco estar la vida por encima de toda dignidad. Por eso me avergüenzo con lo ocurrido, porque el sufrimiento humano tiene que tener límites, aunque es verdad que nuestra capacidad de producirlo en los demás parece que no.