Protagonista del guion

22 oct 2018 / 11:13 H.

El 2 de diciembre está a la vuelta de la esquina y, antes de que arrecie la campaña, redoblan las campanas que anuncian la “fumata blanca” de los candidatos. El cartel con el que la provincia acudirá a las elecciones en Andalucía está, en estos momentos de la película, incompleto. Esta semana quedará cerrado y, si no cambian las tornas, la desconocida Mónica Moreno encabezará las listas de Ciudadanos, el reaparecido José Luis Cano Palomino hará lo propio en la confluencia de Andalucía Adelante, el consejero Felipe López será el plato fuerte del Partido Socialista y la exalcaldesa Maribel Lozano sorprende capitaneando la candidatura del Partido Popular. Todos daban por hecho que el protagonista de este guion era el alcalde de Santisteban del Puerto. ¿Por qué no está el presidente de los populares jiennenses, Juan Diego Requena, en el estrellato de los números uno? La respuesta tiene mucho que ver con la división generada en el seno interno de esta fuerza política tras el congreso en el que resultó elegido líder Pablo Casado.

Queda claro, después del viernes de vértigo que los presentes vivieron en la calle San Clemente, que la preparación de la cita con las urnas reabrió viejas y no tan viejas heridas. Hay que tener en cuenta que Jaén es un caso muy particular. Hay dos fracturas importantes con lesiones que supuran con movimientos bruscos. Por un lado, la que generó el congreso provincial y, por otro, la que causó el nacional. La elaboración de la candidatura con la que el Partido Popular se presentará a las elecciones autonómicas era una oportunidad para curar lo incurable, para recompensar esfuerzos y brazos torcidos y, sobre todo, para reforzar un liderazgo que no favorecen maniobras como esta. Al grano. La convocatoria electoral puso en bandeja a Juan Diego Requena la posibilidad de encabezar la candidatura. Contaba con el respaldo de una corriente interna perfectamente diseñada para la ocasión y con el apoyo de la dirección nacional, una vez descartado José Enrique Fernández de Moya en un momento poco propicio para el candelero político. El alcalde de Santisteban del Puerto, después de claudicar en aquel proceso de integración de quienes fueron críticos con el partido, merecía también la bendición de la dirección regional. Si hubo alguien que hizo lo habido y por haber por cerrar aquel capítulo que tanta tinta derramó fue él y, justo en el momento propicio para la recompensa, no encontró el brazo amigo de Juan Manuel Moreno Bonilla. Por más que Teodoro García, el secretario general, lo intentara con Loles López, su homóloga en Andalucía, hasta las últimas horas del viernes. Esa es la realidad y, aunque hay quien quiera enmascararla, las rencillas entre quienes estuvieron con Pablo Casado o con María Dolores de Cospedal y los que avalaron a Soraya Sáenz de Santamaría son las culpables de una jugada en toda regla en la que unos ganan y otros pierden.

Está claro que, en esta batalla política entre Génova y Andalucía, la dirección nacional ganó el pulso en Sevilla, Córdoba, Cádiz y Almería. En Jaén no y, por lo tanto, la regional impuso su criterio con la inclusión de la vicesecretaria de Política Municipal y Desarrollo Rural en la “papeleta” de las andaluzas. Papeleta o papelón, porque el viento de las encuestas no favorece, precisamente, al malagueño, a quien pedirán responsabilidades, a la vuelta del 2 diciembre, aquellos que dejó en el camino. Juan Diego Requena, que opta por el silencio mediático en los momentos más convulsos, estará en su derecho de hacerlo. Mientras tanto, se aferra al sillón de su Alcaldía.