Profesores burócratas

19 jun 2017 / 10:19 H.

Los profesores se quejan del progresivo deterioro de un sistema educativo que precisa de horizontes no partidistas, de nuevas legislaciones y nuevos consensos. Y hablan de una carga burocrática, casi imposible de soportar, que recae, curiosamente, sobre los peor retribuidos: los tutores de los alumnos. Carga, emanada de la propia administración educativa, que corre paralela a la implantación obligatoria en los centros de las nuevas tecnologías. Lo que empezó vendiéndose como un gran avance, que iba a mejorar toda la enseñanza, se ha traducido en realidad en una suma de informes, de estadísticas, de muy dudosa utilidad pública para nadie. Salvo para quienes viven de ellos, claro.

Plataformas, programaciones, cursillos, evaluaciones internas y externas... y profesores agobiados que casi se culpabilizan por prepararse “magistralmente” sus clases. ¿No se habrá perdido un poco el norte de un tiempo a esta parte? No culpemos a los alumnos de que salgan mal preparados de los centros, aunque sus expedientes sean brillantes. Culpemos a un sistema en el que cada vez se valora menos la calidad y la excelencia de la labor docente, en el que los profesores se sienten adiestrados, preferentemente, para el entretenimiento de los alumnos en las aulas.