Preguntas sin respuesta

25 ene 2019 / 11:26 H.

Por qué el gobierno Zapatero congeló las pensiones para conseguir 1.200 millones de euros en vez de conseguir alrededor de 2.100 millones de euros al revertir la bajada del Impuesto sobre el Patrimonio? También es para mí un interrogante el que no consiguiera 2.552 millones de euros anulando la bajada del Impuesto de Sucesiones o que hubiera conseguido otros 2.500 millones de euros echando para atrás la bajada del impuesto a las personas que ingresaban más de 120.000 euros al año. En cuanto al Gobierno Rajoy, me pregunto el motivo para no conseguir cerca de 6.000 millones de euros revertiendo la bajada del Impuesto de Sociedades de las empresas que facturan más de 150 millones de euros al año, se podría haber evitado así el tener que recortar 6.000 millones de euros en la sanidad. La respuesta del pensamiento único neoliberal es que no había otra política posible. Pero los interrogantes que aparecen expuestos más arriba y los datos demuestran que sí era posible y muestran la falacia de la doctrina neoliberal dominante e impuesta en nuestro país. Hay que decir claro que era impuesta desde el mismo momento en que no aparecía en ninguno de los programas electorales de estos partidos. El daño ya está hecho sobre la calidad de vida y el bienestar de las clases populares. La imposición de esas políticas públicas neoliberales por parte del gobierno Zapatero y después ampliadas por el gobierno Rajoy apoyado por Ciudadanos han dejado sus funestas consecuencias. Me pregunto qué gobiernos impulsaron los enormes recortes en gasto público social, qué partidos impulsaron las reformas laborales que han causado el enorme empeoramiento del mercado de trabajo, con el aumento del desempleo y de la precariedad, descenso de la ocupación y bajada de salarios. La respuesta está clara. Esas reformas fueron impulsadas la primera por el PSOE y la segunda por el PP con el apoyo de CiU. El pensamiento único dominante promovido activamente por todos los medios, por supuesto excluye cualquier opinión contraria a su ortodoxia, es el que ha promovido estas políticas al servicio de los grupos de presión financieros y económicos. Nos han saturado con una propaganda que defiende una postura retrógrada que ha creado la mayor crisis social de nuestra historia reciente. La realidad nos ha demostrado que esas políticas solo han beneficiado a unas minorías a costa de la gran mayoría, se han beneficiado aquellos que derivan sus ingresos de la propiedad del capital frente a la inmensa gran mayoría que recibe sus ingresos del trabajo; y la realidad y los datos han mostrado cómo durante la crisis las rentas del capital han subido a costa de que las rentas del trabajo bajaran. Ahora, tras la enorme crisis política consecuencia también de la aplicación de esas políticas, nos encontramos unos presupuestos que pueden significar el principio del fin del neoliberalismo extremo que hemos sufrido. Puede significar el comienzo de la reversión de las políticas de austeridad y la reversión del deterioro del mercado laboral: revitalización de los convenios colectivos, dando mayor fuerza a los sindicatos, el aumento del salario mínimo a 900 euros; el razonable aumento del gasto público en las transferencias y en los servicios públicos de nuestro escasamente financiado estado del bienestar; el aumento para nuestros pensionistas de su capacidad adquisitiva; la desaparición de los copagos; la financiación de los servicios de dependencia; la equiparación de los permisos de maternidad y paternidad; y un largo etcétera enfocado a mejorar la calidad de vida de esa inmensa mayoría de población que engloban las clases populares.

La respuesta a estos presupuestos por parte del Partido Popular, Ciudadanos y Vox ha sido la de esperar, aunque contraria a voces autorizadas del pensamiento neoliberal que ya son capaces de reconocer el gran error que ha supuesto acentuar la bajada de salarios y los recortes del gasto público, siguen presentando como alternativa la receta que fue causa del desastre y siguen con su ultra neoliberalismo continuador de las políticas que han hecho tanto daño.