Por ganas
no será

22 feb 2019 / 16:30 H.

Se acercan elecciones generales. Hay que elegir nuevo presidente y tengo ganas. Ganas de no avergonzarme de decir públicamente que soy de este partido o aquel. Ganas de estar orgullosa de los logros del partido que gobierna nuestro país y que, a pesar de las dificultades, el beneficio de las medidas que se tomen están repercutiendo en todos los españoles y no solo en unos pocos afiliados. Ganas de que la primera medida no sea que se han subido el sueldo los elegidos y ganas de que encierren a los corruptos y no salgan mientras no devuelvan hasta el último céntimo. Ganas de que las puertas giratorias no sean un incentivo para los políticos que ejercen la corrupción de forma legal y partidista y ganas de que, por fin, podamos decir que tenemos como dirigentes a “algunas personas buenas”. Ganas de que nuestros políticos no perjudiquen al país en pos de alimentar su vanidad afanados en conseguir un sillón en lo más alto y amparándose en leyes que solo les protegen a ellos. Ganas de que los jueces no se aprendan de memoria los nombres y juzguen con la misma equidad a don Juan que a Juanito y ganas de que no nos engañemos viendo un espejismo en las promesas de unos pocos pasados de listos. Pero creo, que viendo lo que hay, me voy a quedar con las ganas.