Por fin el mar

El verano llegó después de hacerse mucho esperar, y lo hizo con mi esperado viaje familiar. Y es que, como otros años, les escribo de camino de la playa. Vamos a Calahonda a la casa familiar, es una tradición que cumplimos todos los años y que particularmente me gusta porque supone pasar unos días de descanso. Son ya más de 20 años en la costa granadina pero recuerdo con especial cariño que en mi juventud el destino era un incipiente Torremolinos que en esencia era la misma fórmula mágica que tanto me hacía disfrutar: familia, coche, casa y playa. No se a ustedes, pero a mi lo que me hace verdaderamente disfrutar es compartir el día a día con toda la familia pues, por simple que parezca, es un motivo muy grande de satisfacción. Quizá los desayunos son el momento más especial para mi, un sencillo bollo de pan y aceite. La gimnasia es otro de mis momentos favoritos junto con las visitas a la playa por la mañana, respirando la tranquilidad y la brisa del mar. Y, cómo no, el pescaito fresco, los boquerones y las sardinas son para mi un verdadero manjar. Seguiría deleitándome pero lo esencial es que les deseo de todo corazón que disfruten y aprovechen cada instante de vacaciones, especialmente les invito a compartirlo en familia.