Póntelo, pónselo

04 dic 2017 / 09:06 H.

Quizá muchos de ustedes recuerden a qué corresponde el lema que encabeza este artículo. Fue una de las campañas más sonadas y que, tiempo después, aún permanece en la memoria de un amplio colectivo social. Eran tiempos en los que se hacía mucho más hincapié que ahora en informar y sensibilizar con mensajes potentes sobre la transmisión del Sida. Veníamos de la década de los 80 cuando el VIH era una de las enfermedades más temidas por la población, un fantasma muy peligroso para la ciudadanía que, con el tiempo, se ha ido desdibujando, desinflando. Pero lo cierto es que su virulencia no ha cesado. Solo en España viven actualmente entre 140.000 y 145.000 personas infectadas, de las que aproximadamente una de cada cinco (18 por ciento) no están diagnosticadas, tal y como resaltan los últimos datos epidemiológicos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Así, lejos de remitir, la epidemia, año tras año, continúa aumentando, con 3.353 nuevos casos detectados a lo largo del año pasado en nuestro país. A día de hoy, en todo el mundo, se calcula que unos 40 millones de personas son portadoras del VIH. Pero parece que se ha bajado la guardia, además de una forma preocupante.El viernes pasado, como cada 1 de diciembre, se celebró el Día Mundial de la Lucha Contra el Sida. Desde el colectivo enfermero reclamamos más y mejores campañas de concienciación y sensibilización. Esto es básico para la prevención. Consideramos que los más jóvenes han perdido el miedo al VIH y que son necesarias acciones específicas y eficaces para trabajar en los centros escolares la educación en materia de salud. Por ello es tan necesaria la figura de la enfermera escolar. Estoy totalmente convencido de que disminuirían los casos de contagios de sida, porque desde la adolescencia se comprende la necesidad de una buena educación sexual para prevenir la infección, así como del uso del preservativo en relaciones esporádicas. También la educación en salud, promovida por una enfermera escolar, repercutiría en asuntos tan relevantes como los embarazos no deseados entre adolescentes; trastornos alimenticios como la bulimia y la anorexia o los casos de tabaquismo, entre otros. La información es el poder y entre los más jóvenes se hace absolutamente imprescindible para que caigan en malos hábitos de vida.

En el caso del Sida, desde las consultas de enfermería de Atención Primaria, en charlas, talleres en los centros educativos y/o en las empresas, las enfermeras son las profesionales idóneas para que la población sepa los peligros que conlleva la infección y conozca las principales medidas y sistemas para prevenirlo. Y es que parece que no somos tan conscientes del peligro como antes. Se nos ha olvidado. Sobre el tratamiento, es cierto que con antirretrovirales aminora la evolución de la infección, pero no es menos cierto que actualmente sigue sin existir una cura.

Me gustaría recordar a los lectores que existen pruebas rápidas y confidenciales para detectar una posible infección. Aquéllos que hayan tenido relaciones sin protección o crean posible haber sido infectados pueden hacerse la prueba para descartarlo o confirmarlo. Esta prueba rápida cuenta con una fiabilidad de casi el 96 por ciento y los resultados se obtienen en 30 minutos, y sirve para descartar la infección o, en el caso de un positivo, derivarlo a un centro especializado donde se realiza una prueba más completa para confirmar la infección al cien por cien. En muchas ocasiones el miedo a descubrir la infección hace que muchas personas eludan hacerse la prueba. Pero esta es una amenaza a nivel social, ya que no iniciar un tratamiento y no ser conscientes de la infección puede conllevar la infección de otras muchas personas.

Por otro lado está aceptar el diagnóstico y que lo acepte la familia y allegados. También se hacen necesarias campañas y acciones que incidan en no estigmatizar al enfermo, que puede hacer una vida completamente normal. Tener VIH no imposibilita a nadie para seguir con su vida. Mientras tanto seamos conscientes de esta amenaza para la salud mundial.