Poner vida y amor a lo que se hace
(A mi amigo Juan Espejo)
Escribir, informar, comunicar, transmitir, entretener son todos ellos verbos de relación que conllevan interpretar, analizar, dar opinión... y hacerlo desde la honestidad de servir a la verdad, aunque el canal de transmisión sea subjetivo.
Hoy la verdad está encadenada por múltiples intereses y cada uno cree tener la suya como casi la única y verdadera, hasta el punto que oímos a muchos decir, “usted miente”, “yo no miento”.
Yo creo que la esencia del periodismo es ser portador de la noticia desde los parámetros de la verdad. Y, sobre todo, a saber decir la verdad, como decía Gandhi: “Delante de los fuertes y no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles”. Tarea harto difícil mucha veces. Transmitir la verdad desde la libertad, sin pretender herir y sin dejar de ser uno mismo, seguramente, sea de las actitudes más bellas del ser humano. ¡Por eso el periodismo es hermoso! Saber transmitir, saber comunicar bien, saber escribir es un don reservado a unos pocos, aunque a veces moleste a unos muchos.
El buen periodista no encadena la verdad ni la palabra sino que la rezuma y la engrandece, llenándola de contenido y haciéndola portadora de sentimientos y noticias que llegan al corazón del oyente o del lector.
Por eso, como decía Benedetti: “Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y lo hace”. Y yo añado, que sabe lo que hay que decir y lo dice. Que vuelca su vida en lo que cree y en lo que hace y encima le pone vida y amor, sin perder de vista que somos humanos y nos podemos equivocar. Los buenos comunicadores también se equivocan porque no son propietarios de la verdad, pero la comunican desde la humildad y eso les envuelve en un bálsamo de honestidad que les hace más creíbles si cabe.
Mi amigo Juan es amigo de la verdad y de la libertad y este premio es el respaldo a una vida entregada al periodismo de calidad. Felicidades y que el premio te ayude a seguir creciendo porque tú eres de las personas que creen que cada mañana es una buena noticia para seguir haciendo las cosas bien. Desde ese balcón que te regaló la vida también es posible hacer un mundo mejor y tú lo sabes y crees en lo que haces y con ello eres aporte positivo a la sociedad.