Pinceladas de la economía jiennense

20 sep 2016 / 19:13 H.

Hace unos meses, los representantes de las asociaciones agrarias de más enjundia de la provincia, UPA, COAG y Asaja, informaban a los medios de comunicación, con alborozo contenido, la buena nueva que había supuesto para el olivar las beneficiosas lluvias primaverales que propiciaron una adecuada maduración del fruto. Consiguientemente, del aforo inicial que predecía una baja cosecha de aceituna se pasaba a media cosecha. Después, llegó el tórrido verano, pero el fruto ya había agarrado con anterioridad, no obstante, en mis caminatas casi a diario entre el olivar observo que la aceituna ha aguantado estoicamente las altas temperaturas, mas necesita con urgencia que llueva de nuevo, de lo contrario las previsiones generosas se podrían venir abajo. En nuestra tierra las noticias relacionadas con el milenario árbol siempre tienen tintes apocalípticos, y cuando son positivas los creyentes creen que es una concesión del Todopoderoso o incluso de “El Señor de las lluvias”, en caso contrario, la sabiduría popular convierte la mala noticia en un cotilleo satírico buscando un vecino malvado como culpable de tal desaguisado. Y es que todavía la economía de esta provincia sigue dependiendo en gran medida de la bondad de los olivos y del agua. El desarrollo económico del olivar, y en ello se ha avanzado bastante, nos interesa a todos, a los propietarios para recibir los beneficios de su finca y a los jornaleros para poder vivir dignamente con un “salario justo” en una sociedad del bienestar.

El sector secundario, en lo referente a la fabricación de coches la cosa tuvo visos de tragedia con la quiebra de Santana Motor y las sucesivas reconversiones industriales fallidas, pudiéndose predecir en aquellos años que el negro futuro de la comarca linarense era la crónica de una muerte anunciada (como diría el extinto novelista Gabriel García Márquez). Esta situación debe restablecerse y potenciarse creando un tejido industrial en el que las distintas administraciones, los emprendedores, los grandes empresarios, la Universidad... hagan una apuesta nítida y viable por la industrialización de esta comarca. Ahora, la industria de la provincia la lidera Valeo Iluminación, S. A., felizmente asentada en Martos. Esta empresa francesa de fabricación de componentes, piezas y accesorios para vehículos de motor ha salido indemne de la feroz crisis económica. La clara apuesta de la dirección por el trinomio Investigación, Desarrollo e Innovación, ha sido factor clave en los logros alcanzados. Los números lo demuestran. La revista especializada “El Economista” la sitúan en 2014/15 en las posiciones siguientes: primera provincial, primera sectorial nacional y 230 nacional. Facturó 625.058.835 euros y tiene 2.275 empleados. Todo un éxito empresarial y económico. Sin embargo, los números del año 2015 sobre “empleabilidad” son claramente mejorables si nos fijamos en el alto porcentaje de eventuales: 34,54%.

Sabemos que el desarrollo del tejido industrial de esta provincia debe ir acompañado de unas infraestructuras modernas tanto viarias como ferroviarias, sin embargo la realidad es distinta. Por ejemplo: las obras de la A-32 acumulan un retraso histórico. Actualmente, la antigua N-322 es única carretera utilizable en el tramo Úbeda-PuenteGénave (pasando por Iznatoraz, Villacarrillo, Villanueva del Arzobispo, Arroyo del Ojanco), y su uso presenta un potencial riesgo de accidente. En estas fechas esta vía ha vuelto a ser actualidad por el accidente del célebre grupo baezano de rock Supersubmarina cuando regresaba de un concierto en Cullera. Afortunadamente los músicos están recuperándose, pero las víctimas acumuladas en esta peligrosa carretera son demasiadas. Las pacientes gentes de esta comarca deben de seguir reivindicando, sin desmayo, la ejecución definitiva la A-32.

Y por último, dejemos las carreteras y pongamos que hablo del tren de Jaén. Casi a diario paso con mi coche por la antigua N-323, y en el tramo Las Infantas-Jaén, a la altura de Grañena, observo las obras que se están realizando para la futura lanzadera que unirá la provincia con la Alta Velocidad. Esta es otra pesadilla que se convierte en realidad cuando compruebo que en los presupuestos estatales de 2016 la partida presupuestaria es de 19,4 millones de euros (el total del proyecto es aproximadamente de 300 millones de euros). Una vez más, los gobernantes son olvidadizos y no dan respuesta al débito histórico que tienen con el tren de Jaén.