Pensando en todo

Parece que es mentira. O verdad. Unos lo defienden. Otros lo niegan. También hay quienes hacen lo posible por concienciar su entorno de que algo malo le estamos haciendo a la Tierra, porque la respuesta del Planeta Azul ha comenzado a manifestarse con gigantes desastres climatológicos que se suceden in extremis por toda su redondez. Inundaciones, incendios, terremotos son los efectos secundarios que nos están mostrando las caras ocultas de nuestros actos, cuya dimensión ha alertado a las autoridades del arte que piensan en todo. Ya están planificando protocolos para proteger los tesoros en los museos. En España, El Prado y el Museo Reina Sofía, también tienen un protocolo de seguridad con reglas. El Louvre va a trasladar 250.000 obras el año próximo en la comuna de Liévin, al norte de Francia para protegerlas del agua del Sena. La Fundación Helen Frankenthaler (Nueva York) ha aprobado un presupuesto para cuidar las obras de arte de la crisis climática. El Museo de Arte de Filadelfia incluso está construyendo una galería flotante para proteger sus obras de arte. Y, aun así, ante las evidencias climáticas preferimos ser temerarios, incrédulos o insensatos ciegos obcecándonos en no pensar en nada...