Pensamiento libre

28 oct 2018 / 10:57 H.

La asignatura de filosofía fue parcialmente desterrada por la LOMCE de nuestro sistema educativo. La forma en la que el pensamiento occidental se estructuraba dejaba de tener importancia hasta que el ejecutivo la ha recuperado por consenso. Para mí, estudiar a autores como Descartes en Bachiller o Ronald Dworkin en la facultad, lejos de alejarme del conocimiento práctico, me permitió entender la filosofía como una asignatura de formación. De esta forma, los estudiantes pueden aproximarse a la práctica desde un razonamiento teórico y no formarse solo como profesionales sino también como ciudadanos. Defender la filosofía es tomar como himno conservar nuestra individualidad gracias al análisis crítico, rebelarnos mediante la cultura y beber del manantial de los textos que los autores nos han legado. Estudiar la filosofía es estudiar un contexto, aprender una idea y llegar a comprender que no todo es volátil, que las ideas mutan antes de morir y que conocer a un hombre o mujer por lo que pensaba, es una forma de llegar a conocerte a ti mismo. Es por ello que la palabra puede darnos el poder pero es la razón la que nos da respuestas.