Paseantes asfálticos

Hoy quisiera aprovechar esta tribuna para hacer una denuncia pública, o más bien, para invitar al lector o lectora de esta sección a que haga una reflexión respecto a lo que vengo en llamar “paseantes asfálticos”. Y es que se ha generalizado eso de levantarse temprano para andar, las frases “es bueno para el colesterol”, “me lo ha recomendado mi médico”, “es muy sano para los padecimientos de hipertensión” (en mi caso), o “hay que perder unos kilitos, ahora que llega el verano” son el pretexto (no exento de veracidad en el fondo) para poner en marcha el “cuentakilómetros” a lo largo de las carreteras asfaltadas destinadas al tráfico y no, precisamente, al lento. Pero en realidad, esto no es más que una moda que habrá de tener, tarde o temprano, una seria respuesta por parte de las autoridades pertinentes, o al menos, eso espero. Lo peor es el peligro que entraña, ¿por qué los paseantes no eligen caminos agrícolas para llevar a cabo sus marchas matutinas?, o, ¿por qué los ayuntamientos no coadyuvan tomando cartas en el asunto y destinando zonas en sus respectivas localidades que faciliten este tipo de actividad aeróbica? No sería la primera vez, como en el caso de algunos inconscientes ciclistas, que se reivindica su derecho a ocupar espacios sin tener en cuenta ciertas obligaciones. Sé que es políticamente incorrecto cuanto vengo a poner sobre la palestra, más si cabe si se descontextualiza, pero no es en modo alguno gratuita tal apreciación porque viene siendo mi experiencia personal cada día mientras tomo mi carretera comarcal para llegar al trabajo: peatones deambulando indebidamente por el asfalto, en pelotón, hablando distraídamente entre ellos y ellas sin poner demasiada atención al tráfico; usuarios y usuarias del paseo matutino que en una curva deciden pasar al otro lado; los hay, también, quienes marchan hacia dos sentidos justo en el trayecto en que viene un vehículo pesado que les deja su espacio de seguridad, pero en coincidencia con otro, que al pretender hacer lo mismo, se encuentran en un punto intermedio de la carretera con el peligro que ello conlleva. En fin, como digo, sé de lo que hablo y entre todos deberíamos apostar por un mundo mejor.