Paradojas

11 ago 2017 / 11:28 H.

A veces se me vienen a la cabeza paradojas de este país. Paradojas que, por cierto, no suelen ser noticia. Cada año conocemos, los que no nos gusta mirar para otro lado, el número de muertes y accidentes graves que suceden en el lugar de trabajo. Los datos son desoladores. En España cada día mueren 2 trabajadores en su lugar de trabajo, 12 sufren un accidente importante y de gravedad y 53 son diagnosticados de enfermedades graves que pueden causarles la muerte, enfermedades laborales. Las cifras van a peor desde la entrada en vigor de las diferentes reformas laborales. Ver lo publicado al respecto es estremecedor. Por ponerles un ejemplo, pueden leer el duro, preciso y riguroso Informe Accidentes de trabajo que publicó la Unión General de Trabajadores.

En cuanto a la flexibilidad laboral y a las cinco reformas del mercado de trabajo llevadas a cabo, el mundo financiero y empresarial de nuestro país ha preferido conseguir la flexibilidad laboral a la tremenda, facilitando cada vez más el despido de los trabajadores. Por supuesto, cuando miran para Europa y se fijan en países como los escandinavos que tienen el menor desempleo y la mayor flexibilidad laboral, se les olvida nombrar que también son los países con mayor protección social o que nuestro país ha sido el que más empleo ha destruido en la Unión Europea, además de ser el segundo por la cola con menor protección social. Aun así, se ataca todavía más a los trabajadores para que acepten el abandono de la escasa protección que les dan sus convenios colectivos para conseguir esa flexibilidad. No les interesa reconocer la tremenda debilidad del Estado de bienestar y del sector público en nuestro país tanto en capital social como en capital humano. No les interesa ver que en esos países la red de servicios y transferencias públicas aseguran la protección y cohesión social, además de ser fundamentales para la creación de empleo, mejorar y aumentar la productividad y aumentar la riqueza. Otra paradoja que se me viene a la cabeza es la relacionada con los pensionistas. Me refiero al impacto devastador de las reformas de las pensiones que arrancaron con el PSOE y han llegado a su máxima expresión con el PP. Las pensiones no se actualizan para mantener la capacidad adquisitiva de los pensionistas, ya que no se corrige la pensión según la inflación. En su lugar, el gobierno de Rajoy diseñó una fórmula que discrimina a los pensionistas de mayor edad de manera que, a mayor edad, mayor reducción de las pensiones. Pero esta situación es aún peor, pues los porcentajes de sustitución de las pensiones se calculan sobre el nivel salarial promedio que en España es, por cierto, de los más bajos de la Unión Europea de los Quince. El poder financiero, con su influencia sobre los partidos neoliberales y conservadores y sobre el Estado, no quiere que se hable del mayor ataque a las pensiones públicas de todo Europa. Tampoco que se sepa que vivimos en el país de la comunidad europea que tiene unas pensiones más bajas y que se van a reducir muchísimo más en los próximos años. Pueden mirar los datos que presenta al respecto la Organización Internacional del Trabajo.

¿Que dónde están las paradojas? En mi humilde opinión, lo paradójico es que uno de los grupos poblacionales más perjudicados por las reformas de los últimos años, el de los pensionistas es, según las estadísticas, el que más votó a favor del Partido Popular. La otra paradoja relacionada con el mundo del trabajo, del que hablaba en la primera parte de este artículo, se la dejo a la imaginación del lector. Supongo que, como dice el refrán, sarna con gusto no pica. Pero lo que está claro es que no se avisó a estos votantes en los programas electorales, ni en los mítines, ni en los grandes medios... del impacto devastador que tendrían estas reformas en los beneficios que reciben los pensionistas a través de la Seguridad Social, o del enorme coste humano para los trabajadores que están teniendo estas políticas de austeridad y reformas laborales que les iban a imponer los gobiernos del PP y del PSOE, siempre con el aplauso de Ciudadanos.