Paisajes de felicidad

A veces es necesario salir un poco de la zona de confort, mirar a los ojos a alguien y ver cómo su mirada ha cambiado al respirar otro lugar sin salir de nuestra provincia. A veces, tan solo es necesario confiar en alguien hasta empujarle a ser feliz. Buscar sus sueños y hacer que su sonrisa sea eterna. Y en ello, no es precisamente en lo que estamos, intentamos ser felices sin modificar conductas, sin arriesgar, sin avanzar. Y entonces la felicidad es solo una apariencia. Pero ver una mirada perdida en la más exultante felicidad viendo un paisaje... Uffff, eso, señores y señoras, es señal de libertad.

Pero, casi sin darnos cuenta, esto es posible sin salir de nuestra provincia, que ajusta sus paisajes a nuestros gustos. Que sus verdes se multiplican, que sus montañas se levantan para sacarnos lo mejor de nosotros. Cuando sus aguas nos permiten disfrutar, y sus potentes piedras en forma de monumentos nos embargan, justo en ese momento, te das cuenta de lo que es la felicidad. Y si encima miras a los ojos de alguien y te percatas del cambio de su mirada, de su gesto, de su alma... Entonces, jaeneros y jaeneras, te das cuenta de que estás en el sitio apropiado.