Otro baile

06 jun 2018 / 08:51 H.

No siempre podemos elegir la música, pero siempre podemos elegir con quién bailarla y de qué manera. Y aunque la música parezca que suena igual para todos, con independencia del estilo, cada uno puede escucharla de forma diferente. Ritmos, compases y esperas que puedes acentuar y marcar con giros a derechas o izquierdas incluso figuras diferentes en función de tu estado de ánimo, del momento o de una forma de pensar que puede variar por tus circunstancias y que no siempre tiene por qué ser la misma. Habrá momentos en los que puedas sentir más seguridad a la hora de arriesgar un movimiento dependiendo también de la persona con la que bailes. Cambiamos, y el cambio no tienen por qué dar miedo, si no conoces el ritmo es cuestión de aprenderlo, sorpresivamente puede llegar a gustarte más de lo que imaginabas, llegando a ser bueno en un estilo en el que tú no podías imaginarte, redescubriéndote a ti mismo. Ni por esto, ni por nada hemos de dejar de bailar. Nos adaptaremos, siempre lo hacemos, tenemos esa facilidad; para eso debemos querer y darnos oportunidad ¿bailamos?