Noble
política

28 abr 2017 / 11:35 H.

No soporto las críticas generalizadas en las que decimos: “Todos son unos corruptos”. Menos aún si se refieren a todos los políticos. Es un latiguillo muy común en prensa y, consecuentemente en la vida diaria. ¡Es que todos los políticos! Y... supongo que en ese “todos” están desde los concejales de las villas más pequeñas, que al ser elegidos, son políticos, hasta los más altos cargos de la vida socio-política y sus familiares. ¿Cómo se puede ser tan injusto e inconsecuente, además de osado y mentiroso?

Yo atajo inmediatamente a esos difamadores y tiratapias, me da lo mismo que se refieran a los clérigos, a los árbitros, médicos o barrenderos. Hay que desterrar ese latiguillo antidemocrático y ajeno a la verdad. La dedicación a la política es algo noble en sí, aunque no se pertenezca a la nobleza de escudo y braguetazo, ni a la nobleza “con goteras” y deudas numerosas. Sí, lo repito, noble política, que se comienza a fraguar desde la juventud y que es el mejor patrimonio de un Estado, ahora, y desde el siglo de Pericles, en la clásica Atenas del siglo quinto antes de Cristo.