No somos iguales

09 may 2018 / 08:28 H.

No, no somos iguales. Y es una opinión muy personal, ni quisiéramos. Incluso si nos ponemos una venda en los ojos somos capaces de ver que la igualdad aún no ha llegado, ni se la espera todavía. Tampoco hace falta esforzarse mucho ni andar rebuscando en estadísticas. Ni siquiera tirar de hemeroteca.

El mundo ha sido testigo de un cambio significativo y un cambio de actitud en las ideas de las mujeres y la sociedad sobre la igualdad y la emancipación de las mujeres. Muchos de una generación más joven pueden sentir que “todas las batallas se han ganado para las mujeres”, mientras que muchas feministas de la década de los setenta conocen demasiado bien la longevidad y la arraigada complejidad del patriarcado. ¡Pues claro que hay muchos más escalones que subir y logros que demostrar si eres mujer! Ni somos iguales que los hombres ni queremos serlo. El feminismo es igualdad de oportunidades e igualdad ante la ley.

No me importa tanto el número de catedráticas, directivas, ejecutivas; me preocupa más la mayoría de las mujeres, las trabajadoras y no trabajadoras, sin más. Y no digamos si encima te da por tener hijos si trabajas. Solo hace falta darse una vuelta por el patio de los colegios para observar el índice demográfico.

Se critica a las mujeres por retrasar la maternidad cuando a quien se debería criticar es a nuestra clase política por la ausencia de medidas que favorezcan la natalidad. Algunas serían tan sencillas como crear más guarderías públicas —estamos a la cola de Europa—, o ampliar el permiso de maternidad, o reducir las jornadas exhaustas de trabajo. También serían necesarias más ayudas para el cuidado de los mayores, para que esa nueva ocupación no recaiga solo en las hijas. O recaiga menos. Hacen falta muchas cosas, sí. Otra mentalidad que ya está emergiendo, otra forma de mirar el mundo e incorporarse a él que no pasa por inventarse palabras para crear titulares, sino por inventar la forma de facilitar la vida a las mujeres. Porque no somos iguales, no. Otra cosa es cómo alcancemos la igualdad, cómo luchemos por ella. Pero el caso es luchar.