Murió la montaña

09 feb 2018 / 09:05 H.

Elisabeth Hawley, creadora de la base de datos del Himalaya, murió el 26 de enero de 2018, a los 94 años. Nepal le regaló que una montaña de 6.182 metros llevara su nombre. Esta periodista americana llegó como corresponsal y encontró su lugar en el mundo, en 1960, en Katmandú, y allí ha sido incinerada. Apodada como el “Sherlock Holmes del montañismo”, certificaba quién coronaba el Everest, ese límite del suelo, esos 8.848 metros. En su escarabajo azul se acercaba hasta los hoteles de los montañeros, justo antes y también después “de”, para comprobar “si”,... haciendo ella y su equipo 6 preguntas: ¿Nombre de la expedición y líder? ¿Cuántas personas? ¿Fecha de ida y vuelta? ¿Ruta y detalles del campamento? ¿Uso de oxígeno? ¿Sherpas? Y 3 preguntas más a la vuelta ¿Algún accidente? ¿Resto de oxígeno? ¿Detalles de la cima? De niños estudiamos respuestas, los exámenes certifican nuestro crecimiento, pero en la madurez es cuando nacen nuestras preguntas. Vivimos entre interrogantes tan existenciales como olvidados y perdidos. Yo no sé, obviamente, qué hay tras la muerte, si tendré que responder a San Pedro o tendré que preguntar ¿cómo vivir tras la vida? Elisabeth nunca subió la montaña que nos separa. Nunca compró el permiso de la cima.