Mujer del siglo XXI

Gracias a la lucha de muchísimas mujeres hoy en día vivimos en una sociedad de igualdad, en la que ya casi nadie cuestiona nuestra capacidad de trabajo y esfuerzo. Y digo casi nadie, porque si alguien es excesivamente exigente, somos nosotras mismas. Hemos decidido que vamos a ser las mejores hijas, madres, esposas, compañeras, amigas, trabajadoras, y un largo etcétera. “Demasiado peso en la mochila que no nos quitamos nunca, no vaya a ser que la perdamos”. Es curioso que seamos capaces de aceptar y entender los fallos de todos los demás, pero los nuestros no, nos hemos puesto el listón tan alto que cuando flaqueamos en alguna cuestión del día a día, cuanto menos, sentimos que hemos fracasado. Y no puedo llegar a entenderlo, ya que, somos humanas, tenemos defectos y virtudes, caemos y nos volvemos a levantar como cualquier persona del mundo. Debemos dejar de exigirnos tanto a nosotras mismas, hacemos todo lo que podemos y de hecho lo hacemos muy bien. No vivimos en un continuo examen, y si nos examinaran estoy segura que aprobaríamos con una nota muy alta.