Mugre en la ciudad

18 ene 2016 / 09:34 H.

Puede resultar lapidario el título con el que se encabeza este artículo pero, queridos lectores, es toda una realidad. Son muchas las veces que he sentido la vergüenza y el sonrojo en mis mejillas al pasear por las calles de nuestra capital con amigos o compañeros de otras provincias y ver el protagonismo de la basura que se acumula en nuestras vías, los chicles pegados en las aceras y las colillas salpicando las baldosas. Sin mencionar la sobreposición de bolsas y restos de papel, plásticos o vidrio junto a los propios contenedores. Y sí, me avergüenza y mucho. Me gustaría pasear por mi ciudad y verla más limpia. Calles y fachadas, que esa es otra cuestión, las pintadas en puertas, paredes de edificios y de garajes son otro de los clásicos de Jaén. Y me remueve. ¡Hay mucha mugre en la ciudad! La mayor parte de la culpa la tenemos los propios ciudadanos. Somos muy incívicos. Tirar los papeles al suelo, chicles, colillas, es todo un clásico. Y qué decir de las cacas y pipís de los perritos que minan las vías de Jaén. También achacable esta sempiterna suciedad a la falta de infraestructuras, hay pocas papeleras, deberían poner más contenedores y, por supuesto, mejorar los servicios de recogida de basura. Cuando viajo a otras ciudades, y por motivos de trabajo suele ser algo habitual en el transcurso de la semana, me fijo en las calles. Aún no he visto una capital de provincia tan sucia como la nuestra. Y me indigna, de verdad que sí. Me comentaba la ponente de un curso, que venía desde Reino Unido, que le llamaban, y mucho, la atención ciertas incívicas costumbres nuestras. Eso de tirar las colillas al suelo, los restos de papel o, en los bares, esa forma impune y desvergonzada de arrojar las servilletas al suelo, las cáscaras de gambas, cacahuetes, palillos y lo que se nos ponga por montera. Desde luego que este cuadro no es una buena carta de presentación, ni personal ni de una ciudad como la nuestra, que debe estar a la altura que le corresponde, creérnoslo, pero también contribuir cada uno con su pequeña aportación a hacer de Jaén un lugar más habitable.