Mirar a los ojos

06 nov 2017 / 10:27 H.

Reconozco que me encanta leer en los periódicos las cartas de agradecimiento de pacientes o familiares a sus enfermeras. Me deleito releyendo un par de veces el texto. Y me paro a pensar que, a pesar de la situación de sobrecarga y estrés, las profesionales de la enfermería se siguen distinguiendo por su humanidad y cercanía. Es así. Son las profesionales sanitarias más próximas al paciente, las que más tiempo pasan con ellos y con sus familias. Son las que conocen sus nombres, de dónde son e incluso a qué se dedican. Funcionan en muchísimas ocasiones como psicólogas y “paños de lágrimas”. Miran a sus pacientes a los ojos, los cogen de la mano y los arropan con sus cuidados. Estas son las enfermeras que protagonizan los artículos que me gusta leer en la prensa. También de las cartas que los usuarios de la Sanidad les dejan en sus centros de salud y hospitales. Son las enfermeras de las que me siento orgulloso y a las que el sistema sanitario y la propia población en general deberían cuidar y apreciar.

Hay un término que, si bien es cierto que hace años se utiliza, en los últimos tiempos ha cobrado un gran protagonismo. Se trata de “humanizar”. En la actualidad hay congresos, guías, manuales, conferencias específicas... A humanizar se aprende, pero es sobre todo, y a mi juicio, una cualidad innata en la persona. Y se da la circunstancia de que son muchas las personas con esta característica las que eligen vocacionalmente dedicarse a la enfermería. Las mismas que ya llevan inherente a su persona la humanidad. El próximo año, el Colegio de Enfermería de Jaén cumple 105 años de su constitución. Si bien es cierto que las primeras pistas históricas nos llevaron a pensar que lo que se cumplía en 2018 eran cien años, los derroteros de la investigación nos han llevado a descubrir que son cinco años más los que cumple la institución colegial en nuestra provincia. Por ello, desde enero, se van a celebrar numerosas actividades encaminadas a ensalzar la figura de la enfermería y, cómo no, a destacar su humanidad. Porque enfermería y humanización suponen un binomio indisoluble. Y de esta manera lo queremos mostrar y hacer más palpable. También porque creemos que hablar, analizar y fomentar la humanización puede desencadenar más humanización. Son muchos los debates, sobre todo en redes sociales, sobre este término. A lo largo del año que viene queremos que la palabra cobre más protagonismo y desde Jaén hablemos de la situación que vive la enfermería. Porque humanizar es ser responsable con nosotros mismos, con nuestro trabajo y por supuesto con nuestros pacientes. Pero para ello también hay que tener en cuenta otros condicionantes externos: carga y sobrecarga de tareas, situación en el trabajo, la actitud del paciente y un largo etcétera.

Lo que está claro es que este término tan de moda últimamente es, simplificando (que a veces es como mejor se entienden y perciben las cosas), el ser responsables con nuestro trabajo. Ponernos en el lugar del otro, saber comunicarnos con ellos más allá de la comunicación verbal, un guiño, mirar a los ojos, un apretón de manos... Y es que un paciente y su familia busca de la sanidad la competencia técnica de los profesionales, pero también que estos calmen sus miedos, aclaren sus dudas, una relación de confianza y seguridad, al fin y al cabo. En todo ello la enfermería tiene mucho que aportar y decir ya que somos los primeros en tratar con nuestros pacientes, los que más tiempo pasamos junto a su cama en los centros hospitalarios y los que más hablamos con sus familiares. Hace poco leí una entrevista con el que fuera director de la Escuela Andaluza de Salud Pública, Joan Carles March, en la que decía que la comunicación con nuestros pacientes debe tener alma. Estoy de acuerdo. Trabajamos con el género humano cuando más sensible y vulnerable se encuentra, qué menos que intentar ponernos en su lugar. Humanicemos pues, seamos responsables, miremos a los ojos a nuestros pacientes, con alma, para saber llegar donde muchas veces la ciencia a secas no es capaz. Y en ello la enfermería de Jaén tiene mucho que decir, mucho que aportar. Estemos atentos, que 2018 va a traer mucho protagonismo enfermero y, por tanto, mucha humanidad.