Miedo,
¿para qué?

30 mar 2018 / 11:21 H.

Decía un compañero de trabajo que se autotildaba de anarquista: “a alguien en la sociedad le interesa que haya miedo”. Pienso que llevaba y lleva aún razón. ¿No ven ustedes en la progresista, democrática, vieja, rica y culta Europa, y por ende España, un recurso muy frecuente al miedo? Se nota en la prensa, en los telediarios, en los reportajes macabros, es un miedo y pesimismo muy extendido. No quiero ser negativo por sistema, como esos que fomentan el miedo, porque sí.

Pero percibe como recurso informativo demasiado frecuente el miedo: a los canallas y asesinos; miedo a las excesivas desapariciones, a la violencia doméstica, a la aporofobia, a los inmigrantes y refugiados, sin contar el macabro paro y... también los huracanes. Para qué seguir. Una sociedad que utiliza demasiado el miedo en sus potentísimos medios informativos, no puede ser una sociedad libre, alegre y feliz. Ya sabemos lo que ocurrió en el periodo de entreguerras (1919-1940). La Historia sigue siendo la gran maestra, la magistra vitae de Cicerón, el autor que tradujimos en el Bachillerato.