Mano de obra, solo carne con ojos

Si se ha ido Cataluña de España no lo sabe nadie porque de tanto ramal que le hemos dejado, ya ni se sabe en qué lado del monte pasta el bicho, si en el de la decencia de quien le ayudó a ser quien es o el de la pobre conciencia de quien no tiene memoria y se cree nacido Dios terrenal. Sobre dioses vomitivos y políticos del montón quiere hoy hablarles el “señor Jota” ensimismado como lleva tiempo en su mesa camilla recomponiéndose de que ya da igual todo, todo pasa y nada queda, ni la propia condición humana. Ha llegado el otoño según el calendario, pero el sol calienta como en verano y la azotea del “señor Jota” hierve de neuronas que se matan vivas, presas de una radicalidad antes jamás conocida. Lo de Cataluña lo trae preso de una locura sin límites, conoce tantos y tantos paisanos que emigraron y dejaron atrás hasta la mismísima dignidad porque el hambre mata, que se rebela a que allí solo los miren como carne con ojos.

Cataluña está llena de jiennenses de Sierra Mágina y de Segura. Cataluña se ha hecho grande con jiennenses de la Sierra Sur y de la Campiña y del Alto Guadalquivir que acoge desierto. Cataluña, brama el “señor Jota”, ha crecido más que nadie por los brazos, el pecho y el entusiasmo (y hasta la sangre) de muchos andaluces, especialmente de la provincia de Jaén. Mano de obra jiennense que les ha permitido crecer en el ‘peibé’ por encima de la media en España, mano de obra, apostilla encendido el “señor Jota”, a la que solo han considerado carne con ojos la burguesía catalana, los señores y las señoras de los apellidos hilados con la ‘i’; también ahora las nuevas hornadas de flequillos ‘salvamundos’. Jaén, a la que tanto le deben, qué pena, solo ha sido tierra de crianza de mano de obra. Así seguirá por los siglos de los siglos, tierra apelmazada y diezmada por la historia, sin mejor destino que buscar el pan fuera, no se nos caigan los anillos reconocerlo. Cuatro maestros que nos formen con el Catón de turno, otros cuatro funcionarios que nos controlen y mientras, a la par, cuatro políticos que nos engatusen con su promesas. Jaén se fue a Cataluña en busca de una dignidad que aquí no existía; estaban en manos los olivares de oligarcas y terratenientes conchabados con el franquismo y sus herederos. Allí, charnegos, o sea mano de obra solamente, forjaron su vida y la de sus hijos y ahora se les menosprecia y hasta se dirá pronto (el independentismo es excluyente y xenófobo) que por qué tienen derecho al voto... Tristeza y dolor, profundo dolor, el del “señor Jota” cuando escucha a algunos descendientes de esos valientes emigrantes de los años 60 y 70 hablar de independencia con esa desmesura, en primera persona y destrozando la honradez de sus abuelos... El “señor Jota” les iba a hablar hoy de nuestros inolvidables muertos y de su savia y sus valores eternos y les ha escrito de cobardes, de una abominable partida de cobardes que esconden su voto libre... Perdónenlo, está muy irritado.