Madres y padres

16 jul 2018 / 08:15 H.

Llega el verano, este atípico en el termómetro pero clásico en los quehaceres, y llega el ansiado momento de los peques y su merecido descanso; los hay de todas las edades, y unos por menos y otros por más, todos requieren de tu atención, o para darles biberones a gogó, o para cuidar de sus baños piscineros al más puro estilo Neymar, o para subirlos o traerlos de los puentes, o para rezar para que sus habilidades moteras sean suficientes para esquivar al que seguro te la lía, o para sufrir noches de insomnio pensando “andandará...”.

Unos padres deseando que lleguen estos días para disfrutar de los suyos, otros que ansían la primera semana de septiembre para que se los cuide la seño tal o el profe cual, al fin y al cabo, padres son. Y madres, ojo. Los amores no se miden, pero sí se sienten.... Y esos abuelos, ay pobres abuelos, que reman en el barco del día a día, que llevan, traen, suben, bajan, compran, y hasta venden, para que a sus nietos disfruten lo que ellos ni soñaron y sus propios hijos ni tuvieron. Luego hay otros que son abuelos de cumple, o abuelos de paseo en la Alameda, o abuelos de foto y flores. Abuelos son. Y abuelas, ojo...