de una?

Nuestros mayores siempre decían que madre no hay nada más que una. Pero con las tecnologías de la inseminación y fecundación artificial, recuerda la filósofa Mary Warnock en su libro Fabricando bebés, madres pueden ser: a) la madre donante del óvulo, b) la madre receptora de ese óvulo inseminado e implantado artificialmente, madre gestante, a veces de alquiler, y c) una tercera madre, la adoptiva.

En la cultura occidental, algunas mujeres posponen su maternidad por razones de estudios, profesión, estilo de vida, utilizando en su juventud y madurez métodos anticonceptivos y/o abortivos; hacia los 40 años, la maternidad natural se complica: Infertilidad de los óvulos, cercanía de la menopausia, alteraciones hormonales, etcétera; entonces algunas mujeres demandan la maternidad asistida por inseminación artificial, donación de óvulos, fecundación in Vitro, etcétera. La periodista Samanta Villar narra el embarazo de sus gemelos en su libro Madre hay más que una. Dice que gracias a la ciencia pudo ser madre (p. 65). Gracias a la naturaleza, en la población musulmana el número de hijos de madres jóvenes es de 5 o más. ¿Valoramos la maternidad natural o la tecnificamos con el consumo de tecnologías eugenésicas?