Lo de Jaén está de moda

17 ene 2018 / 09:16 H.

Por qué no? Para que las ideas se hagan realidad, debemos empezar a creérnoslas nosotros mismos. El esfuerzo, sacrificio y el buen trabajo, ayudan mucho. Si el año pasado no se hubiera cambiado la fecha de la carrera y las lumbres de San Antón, su celebración hubiera sido ayer noche. El traslado de fecha fue una decisión que tuvo partidarios y detractores y cuya finalidad fue hacerla coincidir con el sábado más cercano a la víspera del día de San Antón, para así darle participación a los atletas que venían de fuera de nuestra provincia, con el consiguiente beneficio turístico para nuestra ciudad, dado el gran tirón que, año tras año, se comprueba que tiene. Se ha evidenciado, durante estos dos últimos años, que esa decisión ha sido todo un éxito. Es realmente sorprendente la evolución que ha ido experimentado esta competición desde que se creara allá por el año 1984 y se inscribieran 180 corredores, mientras que este año han superado los 10.000. Sobradamente conocemos el origen de la carrera, así como la tradición de las lumbres, pero creo que no alcanzamos a entender el por qué esta celebración ha alcanzado tan elevados niveles de popularidad, más allá de los límites de nuestra tierra, por lo que, en un intento por analizarlos se nos explican varios posibles motivos: Porque da la posibilidad a los atletas populares de pisar el mismo suelo que los atletas de élite, lo cual no es posible en otras modalidades deportivas. Porque su recorrido es una prueba de superación al estar dotada de un tramo que se le conoce, popularmente, como “rompe piernas”. Porque hay mucho público en las calles animando a los participantes, transmitiendo el calor de las gentes de la ciudad. Porque son frecuentes los reconocimientos de sus participantes internacionales de que correrla te da una experiencia sin igual, porque te emociona al sentir al público chillar. Porque al término de la carrera, continúa la convivencia y celebración con amigos y familiares, en las lumbres de la ciudad... Sea por lo que sea, lo importante es que es una fiesta genuinamente jaenera, nacida en nuestro tiempo y cuidadosamente atendida y organizada.