Las tontas del bote

22 abr 2017 / 11:27 H.

Vaya temporada de teatro del malo. Remedando al personaje popularizado por Lina Morgan, llevamos unos años donde mujeres relacionadas con el mangoneo generalizado del país, curiosamente siempre de lo público, cuando las pillan en fuera de juego se hacen las muertas. Aunque en eso el campeón es nuestro presidente Rajoy. No sé, no me consta, no lo vi, no me acuerdo, yo siempre confié en mi marido... rechinan en nuestros oídos como una mascletá fallera. Aquí, la campeona es Esperanza Aguirre, la cazatalentos famosa que cuando empezó a levantarse el telón de la corrupción se dejó caer con que entre tantos cargos que había nombrado, le habían salido solo dos ranas. A día de hoy, creo que van ya por 26 y el charco se está convirtiendo en el estanque del Retiro. De su “Sara Mago es una escritora famosa” a “con 6.000 euros no puedo pagar ni mis gastos caseros” ha pasado a la lágrima Lacoste, ella que decía que a la política había que venir llorada. Si hubiera estudiado el método Stanislavski, sabría que en los dramas no es preciso que el actor llore, sino que llore el público. El llanto multiplica exponencialmente el descojone generalizado.