Las alienaciones

26 feb 2017 / 11:25 H.

Es una palabra que significa enajenación (algunos de mis alumnos cuando utilizaba el vocablo creía que me refería a los alienígenas). La enajenación es la pérdida o alteración temporal o permanente de la razón o de los controles. También es la pérdida de la personalidad o identidad de una persona o de un colectivo y la contradicción de un determinado nivel de desarrollo de la sociedad. Por la alienación se controla y anula el libre albedrío intentando convertir a las personas en dependientes de los intereses de quien lo enajena, ya sea otro individuo, una organización, o un gobierno entre otras alternativas. La alienación se realiza por medio de mecanismos psicológicos. Dependiendo del nivel en el cual se producen hay dos tipos de alienación: individual y social. En el primero, persiste confusión a la hora de razonar, hay incoherencia en el pensamiento y aparecen síntomas alucinatorios. En los casos más graves se ignoran las relaciones sociales y se pueden generar comportamientos dañinos y muy agresivos En cuanto a la alienación de tipo social está estrechamente vinculada a la manipulación social, política, opresión y anulación cultural. En este caso, individuo o comunidad ven afectadas sus conciencias hasta el punto de convertirlas en contradictorias de lo que se espera de ellas. La alienación social presenta cuatro tipos: Religiosa (existe una resignación a un dogma determinado que acabará frustrando el desarrollo individual). Política (cuando se consiente con el silencio la opresión y dominación de un gobierno. Se produce cuando vamos a votar en las elecciones y damos la representación a unas personas que durante el tiempo de su mandato o actuación hacen lo que quieren de nuestra representación mientras sus representados no tienen derecho a nada; es, en términos jurídicos, la llamada Teoría del Mandato Imperativo). Económica (cuando los medios o los productos que hace el propio producto lo dominan) y Consumista (cuando nos convertimos en esclavos de lo que nos dice la publicidad y pensamos que la felicidad pasa por consumir el producto publicitado). ¿Y qué podemos hacer cada uno de nosotros ante evidentes alienaciones como son, que al presidente Trump con exageraciones, mentiras y medias verdades lo voten millones de americanos; que la mayor parte de nuestros políticos nos hayan mentido, lo sigan haciendo y se les vote; que ante la corrupción muchos ciudadanos la ignoren; que aún muchos políticos/as, con sonrisa de “payaso”, puedan seguir en activo y qué no seamos todos iguales ante la Ley y la Hacienda? ¡Apañados estamos y que vivan las cadenas!