La sanidad, el negocio

17 nov 2023 / 10:39 H.
Ver comentarios

Hay noticias confusas que no siempre explican lo que sucede. Más bien dejan todo enrevesado. A veces haría falta un traductor de noticias... Hay medios, como en todo, que enturbian más que otros la realidad que nos golpea, y me refiero a la sanidad, auténtico caballo de batalla de Occidente de este primer cuarto de siglo XXI, porque este asunto más que tema es temario y se ha erigido en el gran negocio de nuestro tiempo. Nos golpea día sí y día también... Ciertas noticias de hace poco aludieron a que la Junta de Andalucía invierte más que nunca en sanidad, lo cual no debería extrañarnos, por los repuntes inflacionarios. Ahora bien, ¿se ha explicado cómo reparte ese aumento de inversión nuestro amigo Juan Manuel Moreno Bonilla, el amiguete Juanma, con su chalequillo acolchado y su copita de manzanilla para la foto, como listo para salir para el Rocío? La verdad del dato es que nunca se ha derivado tanto de la sanidad pública a la privada. ¿Y qué quiere decir esto? Pues que en vez de potenciar la sanidad pública, invirtiendo y mejorando el sistema, se “vende” el trabajo a las compañías privadas, que se están forrando, literalmente forrando, ya que piden a la pública lo que les da la gana y esta paga sin rechistar. Sin entrar en las listas de espera interminables, que han superado récords ignominiosos: nunca en Andalucía habían aumentado las demoras como en el último lustro. Así que la supuesta inversión en sanidad no solo es relativa, sino que es un auténtico timo, vestido con propaganda de la buena y compra de espacios publicitarios en los medios desde una campaña programática orquestada. Veamos el caso de Madrid, que en cuestión de privatizaciones va a la cabeza de España, y ahora más con Ayuso y la venta de mascarillas a su hermanito del alma. Nunca se pudo demostrar que hubo malversación ni chanchullo, pero lo cierto es que ahí estaba su hermano fabricando mascarillas, qué casualidad. En Madrid llevan derivando pacientes y casos clínicos de la pública a la privada desde hace décadas, engordando las arcas de la sanidad privada, las cuentas de los que hacen negocios, y todo legal. Absolutamente legal y transparente. Yo vendo y tú compras... ¿Podemos ser más necios? ¿Nadie se da cuenta de lo que está sucediendo? El ciclón Ayuso, especialista en frases populistas contundentes, conectando con las bajas pasiones de la masa, rápidamente me tumbaría esta columna con argumentos “irrebatibles” que, si yo quisiera replicar, tardaría mucho más y sería menos concluyente en mi desarrollo. Fracasaría. Sin embargo, con sus habilidades, ella astutamente se echaría al bolsillo a la audiencia. Sus desprecios, su arrogancia o su ignorante atrevimiento la avalan como próxima presidenta del gobierno de la nación, si no hay algún descalabro antes. Su ambición y su perverso proyecto neoliberal y demagogo representan una seria amenaza para los intereses de los trabajadores y las clases populares. La confusión y la mistificación subsecuentes se erigen como complejos efectos secundarios aplastantes. Aunque ella no es única ni especial, sino una más en el engranaje fagocitador del capitalismo que nos atrapa con su maquinaria. Esperanza Aguirre o Ayuso, con su perfil agresivo y lenguaraz, igual que el perfil moderado de Moreno Bonilla o Feijóo. Dos caras de una misma moneda... Así que advertidos estamos. No ofrecen duda alguna.

Articulistas