La pelota en el aire

06 feb 2016 / 10:20 H.

Tras la segunda espantá de Mariano de Aguanta Luis y Alfonso, yo es que te quiero coño, empieza la función. Quizá, la más complicada de los últimos tiempos, por su complejidad numérica, ideológica y mediática; pero se supone que esto es la política. Decía el gran Duke Ellington que “los problemas son oportunidades para demostrar lo que se sabe”, y aquí, al menos, hay dos certezas: que esta cuadrilla del PP ha dejado el país hecho unos zorros y creciéndole enanos mangutas todos los días del señor y que la gente quiere que se pongan de acuerdo y gobiernen, para devolver a los corrales a los anteriormente citados, que deberán hacer unos ejercicios espirituales de larga duración, para aparecer dentro de unos años con los deberes hechos y homologados. Así que no queda otra, a pesar de la amenaza de reventar todo lo que salga, con su mayoría absoluta del Senado. Pues la oportunidad es histórica y apasionante. Sería la primera vez que en España tres fuerzas que, por encima de todo, creen en la regeneración democrática, se pusieran a trabajar al compás, que hay más coincidencias que diferencias. Trabajen sobre éstas y déjense de zarandajas y postureos.