La mejor Feria de todos los tiempos

Contar años es lo mejor del mundo porque, además, solo cumples uno, que el resto ya los tenías cumplidos, como bien diría la inigualable Mafalda. Y en esto de contar años, uno va contando Expolivas, que es como decir la mejor historia que le ha pasado a Jaén desde siempre. Si la mejor noticia publicada por cualquier medio de comunicación fue la creación de la Universidad y la peor, todo en la vida es yin y yang, la muerte de 29 personas en un accidente de autobús en Bailén, lo de la Feria Internacional del Aceite es un mucho más para esta sociedad. Estamos hablando de autoestima, de capacidad de organización, de escaparate y de orgullo para una tierra que solo mira hacia afuera (hasta para exportar modismos y palabrerías de Semana Santa que aquí pegan nada, cero patatero), pero con Expoliva todo es distinto, afortunadamente.

Agradecidos estamos a quienes se inventaron Expoliva, como Hermenegildo Terrados del Cerro y a quienes conformaban en 1983 la Cámara de Comercio de Industria y, también, aunque es menos sabido, al presidente de la Diputación, Cristóbal López Carvajal y al PSOE multiganador de 1982, que se fajaron con el Gobierno socialista para que pudiera nacer una Feria Internacional del Aceite de Oliva e Industrias Afines que el ministro de Agricultura de entonces, Carlos Romero, no quería en “provincias”. Eso tiene tener los años del cronista, que algunas cosas las sabe por edad y otras por conocimiento de la realidad en la que vive (lo de la perspicacia está tan manido, que mejor dejarlo para otra ocasión). Y la mejor de todas, quedémonos tras el paso de los años con ello, no es otra que Expoliva. Una realidad manifiesta, una apuesta de futuro, algo en lo que creemos y algo en lo que se puede creer, más incluso que en la unidad del sector. Pero el sector tiene que empezar por Expoliva, no es nuevo lo que decimos cada año impar, por lo que significa y porque si no, el lastre es tremendo. No aprendemos, caemos en los mismos tópicos y en las mismas formas de siempre, pero bueno será decir que es la última vez. Ahora sí que sí.