La esencia del título

24 ene 2018 / 10:20 H.

Lo afirmo, lo firmo y lo rubrico por la experiencia que me ha dado el devenir del tiempo, y el estar la mayor parte de mi vida rodeado de linotipias, teletipos, enormes bobinas de papel con el que se sirve con eficacia a quien tiene todas las mañanas el periódico entre sus manos, ante sus ávidos ojos por ver lo que pasa diariamente en el mundo y en la proximidad de Jaén capital, además de sus cien pueblos diseminados en esta extensa provincia. El periodismo, un buen título lo dice todo, además de llamar la atención del lector. Es como una llamada que ayuda a leer un texto, al que lo engrandece con solo un puñado de seleccionadas letras. Por lo tanto, la titulación viene a ser como un escaparate en donde se expone la esencia periodística, tan difícil, a veces, de conseguir. Así lo observo. Se puede tardar más en hacer un título que pergeñar una información. La titulación es lacónica, escueta, directa, llamativa, pero, ojo, sin vacuos alardes tipográficos de sensacionalismo, tan practicado por algunos periodistas de chichinabo. Le doy la razón a Baltasar Gracián: “Si bueno breve, dos veces bueno”. Eso ocurre con la titulación.