La cuenta atrás

10 jun 2019 / 10:01 H.

Semana decisiva la recién estrenada hoy para los ayuntamientos jiennenses que están pendientes de pactos. No será cuestión de café para todos, porque ya se sabe que cada ciudad es un mundo y, en este sentido, el caso de la capital merece un capítulo aparte. Ciudadanos, que consiguió la llave de la gobernabilidad en las elecciones del 26 de mayo, está llamado a mover ficha más pronto que tarde porque la necesidad obliga y, sobre todo, el tiempo apremia. Nadie sabe qué pasará el sábado a las doce del mediodía, y mucho menos cómo transcurrirá una legislatura en la que sin diálogo no habrá lo más mínimo qué echarse a la boca. Por cierto, llueven propuestas para que el pleno de investidura se celebre fuera del Ayuntamiento de Jaén, en el Teatro Infanta Leonor para más señas, porque es tan grande la expectación y tan pequeño el espacio del salón plenario que no es cuestión de pasar más fatigas de las que quedan por pasar.

¿Quién será el alcalde? El melón de la duda sigue más cerrado que una noche oscura. Sin embargo, a medida que pasan las horas y se suceden las reuniones en la fuerza política que lidera Albert Rivera, cobra fuerza la posibilidad de que Julio Millán, el más votado en la última cita con las urnas, consiga el bastón de mando. Todas las miradas están puestas en él y quienes están al tanto de todo lo que se cuece en la agrupación naranja de la capital saben que no será fácil un pacto que regale estabilidad al futuro equipo de Gobierno. El caso es que, según las fuentes consultadas, el representante del Comité de Pactos, Raúl Fernández, después de escuchar la voz de la jiennense María Cantos y de su gente, elevará a Madrid un caso con más particularidades que casillas tiene un parchís. El principal obstáculo, escrito con todas las letras, se llama Salud Anguita. Rocambolesco resulta que la candidata de Ciudadanos a la Alcaldía hace cuatro años, reconvertida ahora en la fe de Vox, se siente a negociar con su “sucesora”. Inconcebible. Descartado queda, en este sentido, un acuerdo con el Partido Popular, porque los de Santiago Abascal van a por todas en una tesitura en la que tanto su voz como su voto importan.

El caso es que la fuerza naranja quiere entrar a gobernar en el Ayuntamiento de Jaén. Todo está prácticamente cerrado para la negociación que se aproxima. Ya tiene pergeñado un decálogo, conocido por unos cuantos, en el que pide cuatro concejalías, cuatro asesorías, la aplicación inmediata del artículo 155 y, en resumidas cuentas, una bofetada directa de Albert Rivera a Pedro Sánchez. Complicado está que Julio Millán, que está a la espera de noticias, rubrique algo que le deje señalado dentro del Partido Socialista por los siglos de los siglos amén. Por cierto, la elaboración de ese documento fue un verdadero quebradero de cabeza para la agrupación que lidera María Cantos. Salieron a relucir roces internos, opiniones contradictorias y ambiciones personales pendientes también de resolución final. Así que, tal y como está la cosa, es muy probable que Julio Millán sea alcalde, sí, pero en minoría. El mandato puede ser de vértigo y no hace falta tener unos prismáticos para visualizar cómo puede ser un pleno con una fragmentación de libro.

Es normal que el alcalde en funciones, Javier Márquez, prefiera mantenerse en silencio ante la que se avecina. No está el Partido Popular en su mejor momento y hay quienes se frotan las manos con la situación. En su entorno avisan de que la edil Reyes Chamorro jugará un papel fundamental en la legislatura recién estrenada. Lo que quedará por ver.