Justicia no rima con venganza

Se está escribiendo mucho estos días, a raíz de la muerte del “pescaíto”, sobre “prisión permanente revisable”, y muchos expertos dicen que defenderla es una manera camuflada de defender la “cadena perpetua”, y por tanto no pensar en la reinserción del que comete el delito, ni que pueda rehacer su vida desde el perdón. Para mi hay dos cosas fundamentales: el perdón es curativo, rehabilitador y terapéutico tanto para el que lo recibe como para el que lo da. Así nos lo ha demostrado la madre del pequeño Gabriel, “el pescaíto”, que en su dolor profundo decía: “No nos dejemos llevar de la rabia ni la violencia; el mundo está lleno de gente buena”. ¡Qué corazón mas grande en ese cuerpo menudo! Y segundo, la “justicia no rima con venganza”. La justicia tiene que dar a cada uno lo suyo, pero ello no está reñido con la capacidad de perdón y no devolver mal por mal, lo cual alargaría la venganza y el mal no acabaría nunca. De lo que se trata es de aprender de los errores y del mal que anida dentro de cada uno, ser capaz de transformarlos y sembrarlos así en la sociedad. Es fácil sacar lo peor de nosotros cuando estamos afectados por los acontecimientos, pero también debemos sacar lo mejor de cada uno para hacer entre todos un mundo mejor. ¡Es posible!